Caprichos infantiles

Ernesto Sánchez Pombo
Ernesto S. Pombo EL REINO DE LA LLUVIA

OPINIÓN

10 jul 2019 . Actualizado a las 07:25 h.

Llevamos ya 72 días sin saber qué va a ser de nosotros. Y algo habrá que hacer, porque la dinámica en la que nos han metido puede obligar a que durante meses y meses naveguemos sin timón. Todo porque nuestra clase política mantenga unas relaciones horrorosas, las peores de la democracia; porque les importe poco nuestras opiniones y nuestro bienestar y porque se abstraigan de las responsabilidad de garantizar la gobernabilidad. Que es para lo que están.

España decidió en las urnas fragmentar el voto, no otorgar mayoría absoluta y hacer que las fuerzas hablen y negocien para alcanzar acuerdos. Pero nuestros señoritos no lo entendieron así y están inmersos en unas peleas propias de patio de colegio. Unos no se fían de los otros; los que llegaron para abrir un nuevo tiempo político se avergüenzan de decir que negocian con los que están negociando, según el 63% de los españoles, los apestados ultras lo que buscan es protagonismo y demostrar que la democracia es un lío del que hay que prescindir y el gran líder sigue sumido en la soberbia.

Navegando en estas aguas, ha llegado el momento de buscar una solución. Para dejarlo claro. Segunda vuelta electoral, que gobierne la lista más votada o un obsequio en forma de diputados, como en Grecia, en donde al ganador se le premia con cincuenta escaños. Para evitar precisamente lo que los españoles estamos padeciendo. Pero sin ir tan lejos, podemos seguir el ejemplo de Asturias y Euskadi, donde se limitan las decisiones de los perdedores.

Lo peor es que a esta situación llegamos, no por desacuerdos en los programas de gobierno. No. No porque discrepen sobre qué mejoras introducir. Eso no es lo importante. Llegamos por rencillas, enfrentamientos, revanchas, intransigencias y arrogancias. En definitiva, por caprichos infantiles. Y porque les importamos bien poco Pero, sobre todo, llegamos porque son unos irresponsables. Y unos incapaces.

?Navegando en estas aguas, hay que buscar una solución. Segunda vuelta electoral, que gobierne la lista más votada o un obsequio en forma de diputados