La izquierda exquisita fracasa a lo grande

OPINIÓN

26 jul 2019 . Actualizado a las 08:26 h.

Titular de la prensa del miércoles cinco de mayo de 1937. Lugar: Barcelona. Anarquistas y comunistas se matan a tiros en Barcelona. Aquello sucedió en plena guerra civil cuando había un enemigo evidente. Ahora el enemigo para la izquierda también estaba claro. Pero de nada sirvió. Algo hemos evolucionado. Ahora no se disparan, aunque los errores son los mismos. Acusarse unos a otros. Minarse. Ponerse una zancadilla tras otra. Intentar ganar solo la batalla de quién tuvo la culpa del desastre que el PSOE, Podemos, Izquierda Unida, las confluencias, los independentistas y los nacionalistas han vivido en el Congreso en la sesión de la embestidura de Iglesias a Sánchez. El odio que se arrojan es viejo. La gasolina de un enfrentamiento que viene de muy atrás y que tiene difícil corrección. No funcionó ni lo que más une: el poder. Iglesias quería más. Y Sánchez quería darle menos. Solo se hablaba de sillones y de ministerios. Y eso es lo que ha quedado en el ambiente. Una enorme sensación de fracaso y un lamentable espectáculo de que los votantes somos lo último que importa. Veremos si aprueban en septiembre, lo que han suspendido ayer. Pero la supuesta izquierda exquisita, que siempre presume de ser la dueña de la igualdad y del buen rollo, ha representado un show de todo lo contrario. El PSOE creció por el miedo a Vox. Vox se ha visto que no es un tigre, más bien un lindo gatito. Que no se fíe Sánchez de las encuestas en la que sale campeón del mundo. Como no solucione en septiembre el desaguisado, en lo único que va a tener razón Iglesias es que Sánchez no será más presidente de España. Y que no se presente Errejón con otro partido. La izquierda culta y civilizada haciendo el ridículo como pocas veces se ha visto. Titular de ayer: la izquierda fracasa, otra vez. ¿Políticos o niños?