Quien no lucha no gana

OPINIÓN

02 ago 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

Han pasado nueve meses muy angustiosos, pero la historia ha terminado con un buen final. Me felicito por la hazaña conseguida por los trabajadores de Alcoa, porque en los tiempos que corren la solidaridad obrera brilla por su ausencia y su lucha ilustró una serie de acciones encaminadas a salvar los puestos de trabajo a toda costa. Y lo consiguieron. El proceso que llevaron a cabo las centrales sindicales y los trabajadores han sido ejemplares y sin duda se han ganado la admiración de todos. A ver si los empleados de Zener pueden también alcanzar la misma suerte.

Llega agosto y son frecuentes las huelgas en el transporte (aéreo y ferrocarril, sobre todo), y aunque es innegable que el conjunto de los trabajadores necesitan y se merecen un descanso, hay otros que tienen que recurrir a los paros (como última opción) para presionar a sus patronos. Entiendo que nadie quiera verse afectado, pero no echemos la culpa a quien no la tiene. Siempre tengamos en cuenta que los trabajadores somos el eslabón más débil, con lo que la responsabilidad seguramente la tenga más el empresario que no quiso acceder a mejoras laborales que el currito que protesta, y lógicamente lo hace cuando más efecto mediático va a ocasionar.

Y en el panorama político se despeja la investidura en la Comunidad de Madrid, con lo que nos queda ya la incertidumbre de La Rioja y la del Estado. Pedro Sánchez parece que quemará sus últimos cartuchos en ofrecer a Unidas Podemos un pacto de legislatura sin entrar en el Gobierno, aunque también se oyen ciertos rumores de que trabajará para conseguir la abstención del PP o de Ciudadanos. Mi pronóstico es que volveremos a las urnas el 10 de noviembre. Un error como dije en el anterior artículo, pero después de presenciar que no hay confianza ni ganas de gobernar en coalición, sin apoyos parlamentarios más allá de los 123 diputados socialistas no habrá otro remedio que volver a votar. Aunque quién sabe. Solo el que lucha y se arriesga es el que puede ganar, y Pedro Sánchez sabe de sobra que no es un mero dicho.