Trump aísla a Maduro

Carlos G. Reigosa
Carlos G. Reigosa QUERIDO MUNDO

OPINIÓN

Miguel Gutiérrez | Efe

12 ago 2019 . Actualizado a las 09:15 h.

Se veía venir que el presidente de EE.UU. iba a mover ficha contra la Venezuela de Nicolás Maduro, aunque no era predecible la forma en que iba a hacerlo. Donald Trump ha optado por golpear al régimen venezolano con el bloqueo de todos los activos del Gobierno de Maduro en EE.UU. y prohibir a las empresas estadounidenses hacer negocios con Caracas. El pasado martes, John Bolton, asesor de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, ya había reafirmado que el tiempo para el diálogo se había extinguido. «Ahora es el momento de la acción», dijo, y calificó al régimen venezolano de «corrupto y moribundo». Asimismo, advirtió a las firmas extranjeras de que también corren el riesgo de ser sancionadas si mantienen vínculos con el régimen chavista.

¿Qué significa todo esto? Que EE.UU. ha colocado a Venezuela en el mismo nivel que a Corea del Norte, Irán, Siria y Cuba. Bolton fue rotundo: «Ahora Venezuela es parte del muy exclusivo club de Estados canallas», y añadió que «estamos enviando una señal a terceras partes que quieran hacer negocios con el régimen de Maduro: que procedan con extrema cautela. No hay necesidad de arriesgar sus intereses económicos en EE.UU. por apoyar a un régimen corrupto y moribundo». Esto lo dijo en Lima, en la Conferencia Internacional por la Democracia en Venezuela, en la que tomaron parte 59 países y tres organismos internacionales, entre ellos la Unión Europea.

El asesor de la Casa Blanca también dirigió mensajes a Rusia y China calificando de «intolerable» su apoyo a Maduro, y los amenazó con que un próximo Gobierno venezolano, elegido democráticamente, podría verlos como enemigos por haber apoyado al «régimen criminal» y que tal vez nunca recibirán el pago de la deuda acumulada. «El momento para el diálogo ha terminado. Es el momento de la acción».

China y Rusia no parece que vayan a adoptar una posición común, porque ya no la tienen ahora. China dejó de hacer préstamos a Venezuela en el 2016, tras convertirse en su principal acreedor. Rusia tiene otra visión del conflicto por su memoria histórica de gran potencia. Entre tanto, Maduro y Guaidó aún intentan retomar su diálogo. A ver.