En memoria de una ilustre dama
Nos encontramos en un rincón del occidente asturiano. Pero, no un rincón cualquiera, en el nudo gordiano de Entrecabos: Cadavedo y sobre la Riberona colgando entre el azul del mar y el verde del cielo: El tablado de la Regalina.
Aquí, en este rincón único, hace unos segundos geológicos, vino a enamorar a la cámara cinematográfica Ana Mariscal. Fue tan fuerte el lazo que rodeó a tal ilustre dama, que sólo el tiempo real pudo lentamente desprender tal atadura.
Los que aún no hayáis disfrutado de este enclave geográfico, hoy es buen día para acercaros por mar, tierra y aire. Solos o acompañados, no importa. Aquí, es fiesta mayor. El último domingo de agosto todo se viste de fiesta para honrar a su virgen, «La Virgen de Riégala»: La Regalina.
Desde el naciente barrio de Rapa hasta llegar a la ermita una legión de romeros, unos con gaitas, otros ataviados del traje popular, los carros chirrieando a la sombra de los ramos de alfiladas, atravesarán el pueblo, llenarán de notas festivas sus casas y a cuantos visitantes en los taludes de los prados contemplen la procesión festiva. La procesión en honor a la Virgen que con tanto cariño el Padre Galo inculcara. Daos priesa, porque hay malos augurios. Los geólogos profetizan el fin de este bello paraíso terrenal.
La roca caliza-arenisca, se desmorona a pasos «geológicos» normales. Pero hay años que el fuerte viento, las enfurecidas olas, y la terquedad de los humanos ejercen de forma violenta como agentes de erosión agresiva y vertiginosa.
Ese fluir sencillo y lento de los ritmos geológicos, se ven acelerados en el tiempo real. Y, es posible, que seamos la última generación en disfrutar del actual enclave del tablado. De «El tablao de la Regalina».
Y, antes de que el tablao se llene de floklore de castañuelas y panderetas, escuchad con atención el pregón, que ya por décimo sexto año consecutivo en faliecha valdesana, pronunciará mi amigo José Manuel. Haced un poco de silencio y oíd el relato que con verso fácil y rima sonante irá desgranando uno a uno los eventos locales, del concejo, de la política autonómica y nacional. Poniendo la guinda al pregón con los dimes y diretes entre los aficionados del Oviedo y el Sporting de Gijón.
Luego, la Santa misa en la Campa, coronada por la Danza Prima en un círculo que cada año hace pequeño al anterior.
El corri-corri, un año más ensalzará la alegría y belleza de la Campa. Nuestros amigos del grupo de danzas «Jovellanos» de Gijón vienen a interpretar magistralmente esta danza del Oriente asturiano desde hace muchos años sin interrupción
Y, ya sí. Ahora al Tablao a contemplar el festival de bailes regionales con la participación de grupos locales y llegados desde los más remotos puntos de Asturias.