Irán en la cumbre del G7

Yashmina Shawki
Yashmina Shawki CUARTO CRECIENTE

OPINIÓN

27 ago 2019 . Actualizado a las 09:19 h.

El acuerdo sobre el desarrollo nuclear de Irán firmado en el 2015 y plasmado en 159 páginas supuso 20 meses de trabajo multilateral. Tal y como manifestó el ministro de Asuntos Exteriores iraní, Mohamad Yavad Zarif, este documento no satisfizo a ninguna de las partes por completo pero todas hicieron un esfuerzo por llegar a compromisos que permitieron su firma. Por eso, el rechazo de Donald Trump a avalar el trabajo de su antecesor, Obama, al que parece intentar barrer de la historia presidencial de su país, supuso un gran varapalo a los esfuerzos diplomáticos internacionales. Pero, además, dio inicio a una escalada en el enfrentamiento con Irán que solo parece obedecer a su deseo de contentar a Israel.

La aparición del ministro iraní Zarif, aparentemente por sorpresa, aunque sin duda avalada por la invitación del anfitrión Macron, en la reunión del G7 de Biarritz -a la que algunos han renombrado como G6 + 1 por la indefinición de Estados Unidos- responde al esfuerzo del presidente francés por reconducir las relaciones con este país y evitar que recupere su desarrollo nuclear desde donde lo dejó en 2015. Sin embargo y aunque la cordialidad de la reunión «informal» con Zarif evidencia el interés que tanto Europa como el propio Irán tienen por salvar el acuerdo y a pesar de la declaración de Trump de que no desea un cambio de régimen en aquel país la tensión se mantiene.

De hecho, el envío del destructor iraní más moderno al Golfo de Adén como parte de su estrategia de protección de sus barcos y aguas territoriales en el Golfo Pérsico indica que el país asiático no piensa ceder un ápice en su actitud desafiante. El pueblo iraní ahogado económicamente estallaría en caso de que el Gobierno manifestara debilidad o no obtuviera el levantamiento del embargo. Y Trump debe ser consciente de que si traspasa el límite de aguante de este país las consecuencias pueden ser desastrosas en una región que es un polvorín.