Las cenizas de nuestro futuro están en la Amazonia

Yashmina Shawki
Yashmina Shawki CUARTO CRECIENTE

OPINIÓN

Victor MoriyamaGreenpeace Brazi

04 sep 2019 . Actualizado a las 20:28 h.

No podemos negar que la actividad humana sobre el entorno es la que ha posibilitado el desarrollo de nuestra especie. Aprender a cultivar la tierra y a criar ganado facilitó el asentamiento humano, lo que nos permitió dejar de ser nómadas cazadores en pos del alimento para convertirnos en moradores de viviendas estables agrupadas.

Las sinergias creadas entre la actividad agrícola y la naturaleza permitieron el mantenimiento de cierto equilibrio, pero el progreso industrial desestabilizó nuestra relación con el medio ambiente. La deforestación masiva, la sobreexplotación de los recursos, la brutal contaminación del aire, el agua y la tierra están poniendo al planeta al borde del colapso. El calentamiento global y el cambio climático son solo la manifestación más evidente.

La única opción que tenemos para evitar un desenlace fatal es proteger el entorno natural que todavía se mantiene en estado salvaje, al tiempo que llevamos a cabo una recuperación de todo lo que nos sea posible. Pero además se requiere sensatez, sentido de Estado y visión de futuro para evitar que mensajes tan perniciosos como los del presidente brasileño, un post colonizado trasnochado, calen en los avariciosos cortos de mira que solo son capaces de percibir las riquezas que se hallan en el subsuelo del pulmón del mundo, es decir, la selva amazónica, sin importarles la desgracia que supone quemar la vegetación. No solo sucumben las plantas, que son seres vivos que sienten y sufren tal y como han puesto de manifiesto numerosos estudios científicos, sino que se acaba con muchas especies animales y, sobre todo, se deja la delgada capa del suelo a merced de los elementos y se transforma en tierra yerma. Bolsonaro debería tragarse el orgullo, admitir que está equivocado y aceptar la ayuda porque no solo arde la cuenca amazónica, sino que es nuestro futuro el que se convierte en cenizas.