Ahora, España. España siempre. España en marcha. ¿Izquierda o derecha? España. Las elecciones reloaded de noviembre anuncian empacho de españolidad y patria, a la manera de aquel America First sobre el que cabalgó Trump. Los señalados son los lemas anunciados por los partidos políticos con sede en Madrid para estos comicios de vuelta, porque nuestro sistema es parlamentario sobre el papel pero los partidos ensayan desde hace un tiempo un modelo a la francesa, con dos vueltas en las que el congreso sucumbe al poder de un presidente en el centro de todo, ante la incapacidad general de pactar y entenderse.
Un ejercicio de perspicacia política pasaría por poner los eslóganes de tanto partido acomplejado de españolidad y adjudicárselos a las siglas correspondientes. Aventuro confusiones interesantes que en algún caso son más existenciales que formales, porque en estos viajes frenéticos de los partidos por el tablero ideológico es fácil confundirse de compañía. No hay más que ver las siete vidas ideológicas del PSOE de Sánchez; la barba súbita y rajoyana de Casado o el brío constitucionalista y monárquico de Iglesias. Hasta Vox ha acusado al PSOE de apropiarse de un viejo lema de la Fundación Franco que los sanchistas venden hoy como una prueba de que «la izquierda no se avergüenza de España», tracatrá.
Preparémonos, hermanos, para escuchar la palabra España por doquier como si la clase política fuese víctima de una epidemia de ecolalia, todos afectados por esa perturbación que lleva a un sujeto a repetir como el eco la frase que acaba de pronunciar otra persona y que puede ser un síntoma de desajustes serios de la personalidad. O como decía el otro, dime de qué presumes y te diré de qué careces.