El adoquín, la crisis y el banco azul supletorio

OPINIÓN

Juan Carlos Hidalgo

05 nov 2019 . Actualizado a las 09:11 h.

La primera conclusión del 4N es por qué le llaman debate cuando quieren decir monólogos sucesivos con algún chascarrillo. La segunda es que los cinco aspirantes a presidir el Gobierno después del 10N salieron con la máxima de no perder en una hora lo que llevan toda la campaña -desde la moción de censura- peleando. Pedro Sánchez demostró una importante progresión. Siguió sin contestar a ninguna pregunta que le lanzaron sus adversarios y se limitó a colocar las promesas de los viernes sociales en cada uno de los bloques. Debería estudiarse una respuesta mejor para la definición de nación que le reclaman cada vez que hay oportunidad. 

Sánchez anunció nuevos ministerios, vicepresidencias y hasta impuestos. Pero se olvidó de la crisis y no mencionó ni una sola vez la palabra maldita. Con tantos nuevos puestos, Rivera le reclamó «un banco azul supletorio», mientras que Pablo Iglesias se tomó un tiempo para cobrarse la venganza por su veto personal: «Nosotros no queremos sillones, queremos competencias».

Rivera estuvo menos incisivo que en abril, pero siguió con la técnica de ir sacando papeles y hasta un adoquín traído desde los disturbios de Barcelona. Atacó al PP con la corrupción y a Abascal con su sueldo en un chiringuito de la Comunidad de Madrid, pero su protagonismo se vio tan mermado como sus escaños en las encuestas.

Pablo Iglesias será el protagonista de todos los memes de la noche con un lapsus linguae que se llevó el trending topic, pero dejó claro que, diga lo que diga Sánchez sobre las diferencias, Unidas Podemos exigirá estar en el próximo Gobierno y que él mismo se ve como vicepresidente si las izquierdas suman.

Abascal sorprendió porque evitó los puntos más criticados de su discurso. Apeló a la seguridad y a sustituir los gastos políticos por inversiones sociales. Chirrió su defensa de las diputaciones.

Los casi siete millones de indecisos no vieron grandes novedades. Aún hay tiempo para que los ciudadanos sean lo primero el 11N.