Las sombras chinescas de Albert Rivera

OPINIÓN

Juan Carlos Hidalgo | Efe

08 nov 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

No va tan sobrado Albert Rivera como para andar deleitando al personal con una exhibición de sombras chinescas. El espejismo es obra del buen ojo del fotógrafo que ayer lo captó a contraluz, en el instante en el que sus manos parecen dibujar la cabeza de un perro, llámese Lucas. La imagen tiene algo de relato desdichado, porque sugiere, sin necesidad de ir a las encuestas, que Rivera apunta a sombra de lo que pudo ser. Tampoco es que sus contrincantes hayan roto la pana durante estos días, pero el susodicho cachorro de prestado y un adoquín de las calles de Barcelona sobresalen sospechosos entre las aportaciones del líder de Cs a la campaña. Como si este hombre que se veía ocupando, como poco, la vicepresidencia del Gobierno, hubiese tenido una revelación. Y su objetivo en la vida fuera ahora ser, gracias a Lucas, la piedra y sus bandazos, el protagonista del concurso de memes de una red social.