Visto el éxito de Pablo Casado al dejarse la barba de Rajoy antes de las generales, pues aún respira, el hombre, quién sabe si para las siguientes, sean en primavera o en cuatro años, su estrategia pasará por parecerse a Boris Johnson. Ser Boris Johnson, o sea, tener mayoría absoluta, es el sueño de todo político español. Se dice que nunca más veremos cosa igual, aunque hasta el minúsculo Íñigo Errejón, que de discurso populista ya anda servido, habrá pensado en visitar al peluquero por si suena la flauta. Pero el caso que nos ocupa es Pablo Casado, heredero, a su manera, de Rajoy. En este aparte conversa con un ex del ex, Luis de Guindos se llama el ahora vice del Banco Central Europeo. Es obvio que el señor pelo de tonto tiene poco. Y quizá en este instante confidencial esté cambiando la historia de España, eso sí, con su muletilla habitual. En plan «si quieres ser lo que es Boris, aféitate lo que es la barba y tíñete de rubio lo que es la cabeza, Pablo».
