20 dic 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

Ayer conocíamos dos sentencias sobre el asunto, conflicto y/o desafío (cada cual que use la palabra que más le guste) catalán. La primera llegaba desde Luxemburgo. El Tribunal de Justicia de la Unión Europea reconoció la inmunidad parlamentaria del líder de ERC, Oriol Junqueras. La segunda, por parte del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña, condenó al presidente de la Generalitat, Quim Torra, a un año y medio de inhabilitación y a una multa de 30.000 euros por un delito de desobediencia cometido por autoridad o funcionario público al negarse durante las elecciones de abril a retirar una pancarta en apoyo a los políticos presos catalanes. Dos nuevas decisiones que toma la justicia ante un problema político.

Y es que la primera consecuencia en ambas será la política. Junqueras tiene hoy más opciones de salir de la cárcel y Puigdemont de volver a España. También, si no hay sorpresas, tendremos elecciones anticipadas en Cataluña. Hay una consecuencia más, que no es poca cosa, que tiene que ver con la formación del Gobierno nacional. Ahora sí que a Pedro Sánchez y a Pablo Iglesias se les complicará todavía más la formación de gobierno.

Habría que decir prou, que significa basta en catalán. Basta de no dialogar y saltarse las leyes; basta de no respetarse el uno al otro; basta de judicializar un tema político; basta ya de los que ganan victimatizando lo ocurrido y aprovechándose electoralmente de ello: basta ya para quien gana votos a costa de enfrentar a catalanas y catalanes con gentes del resto de Estado; basta ya de dividir a la sociedad y las familias; basta ya de que una cuenta anónoma de Twitter me diga lo que tengo que hacer; basta de echar gasolina al fuego. Prou!