Brindis

José Francisco Sánchez Sánchez
Paco Sánchez EN LA CUERDA FLOJA

OPINIÓN

Miguel Osés

28 dic 2019 . Actualizado a las 10:10 h.

El año pasado por estas fechas escribía que el 2019 venía preñado de incertidumbres, de nieblas espesas. Al repasarlas ahora, compruebo que permanecen casi todas. En realidad, solo se ha despejado el brexit. Ya ha quedado claro que se van. La incertidumbre política nuestra se ha espesado incluso, en todos los frentes, y vaya usted a saber qué nos espera en el 2020 estando, como estamos, en manos de gente arbitraria (es decir, según el Diccionario, «sujeta a la libre voluntad o al capricho antes que a la ley o a la razón») y, por tanto, imprevisible. Se confirma también el fenómeno que despuntaba con los chalecos amarillos: la rebelión contra las imposiciones culturales y morales desde las instancias políticas y mediáticas. Un fenómeno que se suele despachar con el término «populismo», pero que en realidad oculta muchos hartazgos.

En primer lugar, las gentes empiezan a no soportar la falta de sentido común, de sentido de la realidad. Paul Embery, sindicalista y militante en el laborismo, reclama de su partido que aprenda «a respetar a aquellos que, por ejemplo, votaron a favor del brexit; se oponen a la inmigración a gran escala; quieren un sistema de justicia duro y efectivo; se sienten orgullosos de ser británicos; apoyan el protagonismo de la familia en la sociedad; prefieren un sistema de bienestar basado en la reciprocidad -algo a cambio de algo- en vez de en el acceso universal; creen en el Estado nación; y no se obsesionan con el multiculturalismo o los derechos de los transexuales». Parece muy simplificador llamarle populismo a eso. Y sin embargo, quizá explique el declive electoral de la izquierda en Europa.

Que en el 2020 vivamos tiempos tranquilos.

@pacosanchez