Bares sin noticias

Carlos G. Reigosa
Carlos G. Reigosa QUERIDO MUNDO

OPINIÓN

27 ene 2020 . Actualizado a las 09:24 h.

Hubo un tiempo en que las noticias estaban en los bares, y los mejores periodistas abrevaban con fruición y éxito en esas fuentes. Permanece en mi memoria una larga fila de primeras plumas que gozaron de gran reconocimiento y popularidad, pero no tengo intención de hablar ahora de ellos ni de hacer aquí una lista-recordatorio. Mi propósito es lamentar todo lo que ha empeorado o se ha hecho más difícil a la hora de informar, sobre todo con esos gabinetes de comunicación de versiones interesadas, que lo explican todo a conveniencia de parte (es decir, de la suya). Porque de lo que ya no hay duda es de que, en la sociedad de la información en que vivimos, la comunicación es un elemento clave y con funciones más abundantes a medida que pasa el tiempo.

Basta ver el espectáculo político actual para percibir la dimensión clave que ha alcanzado la comunicación en las organizaciones y muy particularmente en el ámbito político. Es algo de lo que el presidente Sánchez ha tomado buena nota, y por ello ha catalogado la comunicación como un elemento clave para sortear las dificultades y avanzar hacia sus objetivos diversos. Porque estos gabinetes suelen colocar sus mensajes entre la noticia propiamente dicha y el medio de comunicación al que se dirigen y al que pretenden hacer llegar las imágenes corporativas más favorecedoras.

Dicho en otras palabras, las noticias ya no están en los bares, como se decía antes. Ahora circulan por las autopistas de la información en vehículos propios y con conductores adiestrados. El objetivo de quien las orienta y guía es gestionar la imagen de situaciones complejas -o que se han complicado- y llevar hasta el ciudadano las versiones que más convengan a sus fines o propósitos. Para esto están. Para esto las usan cada vez más. Y por ello no es de extrañar que el ámbito político sea, en estos momentos, uno de sus espacios preferentes. Porque, por poner un ejemplo en vigor, nuestros políticos -y sobre todo los que toman decisiones de gobierno- necesitan que la comunicación de sus opciones o maniobras políticas sea amparada por la destreza del mediador-comunicador capaz de elegir los términos y formas más convenientes para su difusión. Porque ahora las noticias ya no están en los bares. Ya no.