¿Un «cordón sanitario» de la CDU o de Merkel?

Miguel-Anxo Murado
Miguel-Anxo Murado EL MUNDO ENTRE LÍNEAS

OPINIÓN

La eurodiputada laborista Jackie Jones
La eurodiputada laborista Jackie Jones IRENE SANCHEZ ARTERO

08 feb 2020 . Actualizado a las 10:01 h.

Cuando en Alemania hacen algo, está claro lo hacen a conciencia. Tanto si se trata del motor de un automóvil como de un «cordón sanitario» en política. Por el ruido mediático, se diría que la CDU de Angela Merkel ha entrado en una coalición regional en Turingia con la extrema derecha de Alternativa por Alemania (AfD). En realidad, quien ha llegado al poder en Turingia es un hombre del FDP, un partido rival, en cuyo Gobierno monocolor no están ni la CDU ni la AfD. Lo que pasó es que ese gobierno ganó la investidura con los votos de la CDU y la AfD, e incluso, en puridad, ni siquiera esto es seguro puesto que el voto fue secreto -si bien la sospecha es más que razonable. Que se sepa, no ha habido negociación, ni se ha impuesto ninguna condición al nuevo gobierno. La alternativa era un ejecutivo dirigido por La Izquierda (Die Linke), el antiguo partido comunista de la antigua Alemania del Este. Que aun así esto resulte escandaloso para la dirección nacional de un partido conservador como la CDU muestra hasta qué punto los cristiano-demócratas están comprometidos en excluir a la extrema derecha del juego político. Por ejemplo, los socialdemócratas del SPD también han tendido en teoría un cordón sanitario a los postcomunistas de La Izquierda, pero solo han sido capaces de mantenerlo a nivel nacional ? quizás porque no han sumado nunca con ellos --, mientras que lo han roto con frecuencia a nivel local y regional.

Cabe preguntarse, de hecho, si estos cordones sanitarios son realmente, como suele creerse, un producto de la «cultura de la culpa» alemana, o si son algo más reciente, y que quizás tiene que tiene que ver con las convicciones personales de Angela Merkel. Ésta ha demostrado en varias ocasiones ser un verso suelto dentro de su propio partido, algo que quizás esté relacionado con su historia personal ? fue educada en los ideales socialistas de Alemania del Este y a la vez militaba en la CDU clandestina de allí, muy diferente a la de la Alemania Federal. Es significativo que Merkel se haya encontrado cómoda en la fórmula de la «gran coalición» con los socialdemócratas. Esto se ha visto siempre con cierta aprensión en sectores de la CDU; pero los éxitos de Merkel y el peso de su imagen pública la han protegido.

Merkel está ya de camino a la salida y, aunque no sea precisamente una marcha brusca, antes o después la CDU se encontrará con la posibilidad de redefinirse al margen de Merkel. Ésta ha intentado dejar su legado «atado y bien atado» imponiendo a su sucesora, Annegret Kramp-Karrenbauer. Pero está por ver si AKK, como se la conoce nemotécnicamente, tendrá la misma autoridad que Merkel. Incluso está por ver que pueda sobrevivir políticamente a la marcha su mentora, porque no deja de caer en las encuestas. El político verdaderamente popular de la CDU es Friedrich Merz, del ala más conservadora. Y Merz, precisamente, ha dicho que no se puede seguir ignorando al AfD.