No son el ombligo del mundo

M.ª Carmen González Castro
M.ª Carmen González VUELTA Y VUELTA

OPINIÓN

FRANCOIS LENOIR | Reuters

18 feb 2020 . Actualizado a las 09:53 h.

No son el ombligo del mundo pero los independentistas catalanes siguen pensando que sí. Y cuanto más patente es su falta de razones, más grande es la irrealidad en la que se instalan.

Cuando tras declarar la independencia en el Parlament en octubre del 2017 fueron denunciados y/o detenidos por la justicia española, no dudaron en autoproclamarse presos políticos. Los que optaron por escapar y no enfrentarse a los tribunales, como Puigdemont o Comín, intentaron transmitir a quienes quisieron escucharles que eran nada menos que exiliados políticos.

Pero el circo catalán ha dado ya un paso que excede lo imaginable, cuando Clara Ponsatí ha comparado la supuesta persecución a los soberanistas catalanes con la expulsión de los judíos de España, episodio de 1492 que sitúa como uno de los eventos que inspiró a Hitler. Ponsatí obvia que, salvo la docena de responsables condenados por un delito de secesión, el resto de los dos millones de catalanes que se declaran soberanistas viven libremente en Cataluña (o en Bélgica), trabajan, van al cine y defienden en voz alta y donde quieren sus ideas. La comparación es un insulto a cualquiera que tenga dos dedos de frente. Pero no importa, porque ellos siguen pensando que son el ombligo del mundo.