¿Trump y los talibanes, en son de paz?

Yashmina Shawki
Yashmina Shawki CUARTO CRECIENTE

OPINIÓN

STRINGER

02 mar 2020 . Actualizado a las 08:56 h.

Han tardado 18 meses en llegar a un acuerdo y anunciarlo al público. Pero, tan solo el hecho de que dos enemigos tan encarnizados como EE.UU. y los talibanes hayan podido mantener durante tanto tiempo la negociación auspiciada por el Gobierno de Qatar en Doha ha sido, en sí, una buenísima y esperanzadora noticia. Y es que, ante la aplastante evidencia de que, tras dos décadas de guerra, ninguno de los contendientes era capaz de ganar y de que el desgaste humano, económico y político no justificaba seguir empantanados en Afganistán, conducía inexorablemente al siguiente paso: sentarse a hablar para solucionarlo o al menos pavimentar el camino hacia su solución. Eso y la voluntad de Donald Trump de sacar a EE.UU. de todos los conflictos bélicos en los que lleva metido desde hace décadas para apoyar su campaña para la reelección.

Pero, los antecedentes obligan a ser moderadamente optimistas ante un acuerdo que pone fin a casi 20 años de guerra ya que deja abiertas muchas incógnitas todavía. Y es que la firma el pasado 29 de febrero, por parte del representante de Estados Unidos, el diplomático de origen afgano, Zalmay Khalizad y el líder político de los talibanes Mullah Abdul Ghani Baradar solo se refiere a la progresiva retirada de los efectivos militares de EE. UU. en Afganistán a lo largo de un período de 14 meses iniciándose con la reducción a 8.600 y el cierre de 5 de sus bases militares en los próximos 135 días y la garantía de los talibanes de no atacar a ningún estadounidense.

Una de sus condiciones, la liberación de 5.000 prisioneros bajo custodia del Gobierno de Kabul a cambio de los 1.000 soldados afganos en mano de los islamistas antes del inicio de las negociaciones intra-afganas ha sido rechazada por el presidente Ashraf Ghani al día siguiente de su firma. Y es que Afganistán, sumido en guerras desde 1978, por desgracia, está todavía lejos de poder alcanzar la paz a la vista de las posturas tan antagónicas entre el gobierno de Kabul y los talibanes.