En las últimas elecciones generales, ninguno de los candidatos de la derecha trina en el País Vasco logró un escaño en el Congreso de los Diputados. En vista de la sequía, la estrategia de la derecha bipartita (Partido Popular y Ciudadanos) ha sido unirse para ver si así rascan algo en las próximas elecciones autonómicas.
Para ello elige Aznar el de las Azores como cabeza de lista a Iturgaiz (un fondo de baúl voxificable) y hacen que se retire de la política Alfonso Alonso, cuya nota distintiva con el primero era una cierta distancia crítica con Vox, propia de un partido de centro-derecha.
Carlos Iturgaiz apuesta por unirse a la ultraderecha para hacer frente ?según la jerga histórica de la derecha más reaccionaria- al «Gobierno fasciocomunista». A Iturgauiz le encanta en este sentido lo que se está haciendo en los gobiernos autonómicos de Andalucía, Murcia y Madrid y es de esperar que la ciudadanía de Euskadi lo tenga en cuenta para que la voz de esa derecha retrógrada tenga en Euskadi el mismo eco que en el palacio de la carrera de San Jerónimo.
El resultado electoral de Euskadi -sea cual sea- no impedirá, con todo, que la derecha trina sea una para los próximos comicios generales. Para entonces, es de esperar que se haya quemado en su salsa de ineptitud el líder del máster/trampa, con la resurrección quizá de quien ha puesto en marcha el retorno desde el olvido de Iturgoiz y la jerga histórica que ha caracterizado siempre a la derecha más reaccionara en airado estado de oposición.