Oriol Junqueras, un sedicioso en Instagram

OPINIÓN

David Zorrakino | Europa Press

04 mar 2020 . Actualizado a las 11:27 h.

Este hombre fue condenado a 13 años de cárcel. En menos de 900 días, su discreto flequillo y su indiscreta figura respiran aire puro. Solo por esto debería ser noticia, pero lo es, obvio, por más cosas. En este instante camina hacia las aulas de la Universidad de Vich, donde pronto impartirá clases, como si sentarse en una celda y sentar cátedra fueran la misma cosa. Un grupo de estudiantes capturan el histriónico momento. Pronto, la fotografía de un sedicioso con más pinta de salir de un cine que de un presidio será subida a Instagram. La imagen podría encuadrarse en la categoría turismo de catástrofes: gente que acude a fotografiar los restos de un barco después del naufragio. Lo raro es que haya quien se empeñe en reflotarlo. Extraño país, de los nervios por un virus, pues si Oriol Junqueras fuera virus, sería uno de los coronavirus de la democracia. Y ahí va, tan campante y campechano, dispuesto a regresar a la fase de contagio.