Una de las consecuencias que ha tenido la irrupción de la ultraderecha en las instituciones es que lamentablemente un movimiento que iba en expansión, en el buen camino por la igualdad de hombres y mujeres, en la denuncia de las desigualdades y en la lucha por un mundo mejor se ha visto cuestionado por quienes dirigen algunos ayuntamientos y algunas comunidades autónomas. En el caso de Oviedo/Uviéu ni el PP ni Ciudadanos han mostrado el mínimo interés por sacar adelante un texto consensuado con el PSOE y Somos, como pasaba en años anteriores, haciendo que Vox, que es el partido con menor representación en el consistorio, consiga sus propósitos. En el Ayuntamiento de Madrid y en el Parlamento andaluz ha ocurrido exactamente lo mismo (hace un año Vox tenía 12 diputados en Andalucía, y ahora tiene 661 cargos públicos).
Espero que el domingo vuelva a salir a la calle la mejor España. La solidaria, la que lucha por la igualdad, por los derechos de las mujeres (que también redundarán en el beneficio de nosotros, los hombres), contra el machismo, la brecha salarial y los partidos que niegan el terrorismo machista. La novedad este año es que no habrá huelga, pero ello no debe de desmovilizar porque enfrente hay un enemigo al que hay que hacerle frente antes de que sea demasiado tarde.
Confío mucho en el Gobierno nacional, aunque esta semana hayan salido comentarios de fuertes divisiones en cuanto a la aprobación del anteproyecto de Ley de Libertad Sexual, pero espero que no llegue la sangre al río porque lo que menos necesita el feminismo es que dos partidos (o tres, si añadimos a IU) que deben estar orgullosos de ser la voz de sus reivindicaciones discuten en público por cuestiones técnicas. Moderación, responsabilidad y al lío, pero frenemos la división porque con ella no ganamos nadie.
El poder de las mujeres es innegable. Lo demuestran cada día en nuestros entornos familiares, laborales y sociales. Y es magnífico que así sea y una vergüenza que el machismo perviva en las mentes de muchísimas personas. Por suerte el feminismo tiene a activistas muy movilizados y sus mensajes llegan y calan, pero no es menos cierto que hay una parte importantísima de la sociedad que mira para otro lado u opta por apoyar en mayor o menor medida la desigualdad entre mujeres y hombres. El PP dice que va a participar este año en las manifestaciones, aunque también hay voces como la de Cayetana Álvarez de Toledo que, una vez más, ha sacado a relucir la parte más ultra.
Caminemos todas y todos por un mundo mejor a pesar de las dificultades que se nos pongan delante. Menos división y más unión. Ganaremos todas y todas. ¡A por ello!