Lo que sí es cierto, es que saldremos. ¿Cómo?
«Saldremos mejor», en mi opinión es una afirmación gratuita que se lanza a los cuatro vientos en redes fáciles de comunicación: tocar un botón y en el mismo acto miles y millones de personas están recibiendo el mensaje.
Saldremos, mejor o peor no lo sabemos hoy. Mañana, tendrá otro valor de tiempo, es futuro y ése marcará la pauta, la luz al otro lado del túnel
Mejor. El adjetivo en su uso de apoyo al sustantivo se presenta en forma de triángulos con tres vértices bien definidos: positivo, comparativo, superlativo. Esto es: bueno, mejor óptimo.
Y aquí está el reto como sociedad, como especie humana: ¿A qué vértice queremos agarrarnos? ¿Por qué respuesta real apostamos?
Pero en la realidad de la Historia se han presentado otros tipos de triángulos. Y, siguiendo con el adjetivo, éste se ha unido en muchas ocasiones al sustantivo de forma despectiva: malo, peor, pésimo.
Así, también podemos salir de este confinamiento, de esta lucha contra el virus causante de la actual pandemia. De forma despectiva. Y, en este caso, la decepción sería terrible. Tantos días encerrados. Tantos sufrimientos silenciados. Tantas energías gastadas. Tanto esfuerzo,… ¿Para no salir mejor?
En nuestras manos como pensantes, inteligentes, con imaginación sin freno, con amor, con generosidad, con empeño, con… Tenemos todas las herramientas para salir adelante por la puerta grande. Por la luz que alumbra el túnel.
Saldremos como hermanos unidos
No como enemigos que se niegan las manos.
Pactemos, como en las ferias y mercados de ganados de Asturias. Pactemos con un apretón de manos.
Ese, y no otro es el documento oficial que sella el trato.
Hay un nuevo triángulo que añadir a nuestra geometría de la relación, del avance, del futuro perfecto. Se llama: Sociedad. Sus vértices: Ciencia, unión y generosidad.
Sólo solfeando esa partitura en tres tiempos adagio ma non tropo, la tormenta, volverá a la calma. Los truenos, recuerdos sin eco. Los rayos, luces de bengala en la nueva fiesta que se abre esplendorosa y multitudinaria a la nueva sociedad.
Saldremos, mejor. Sí, pero construyendo estos triángulos. Cantando todos en único coro la sinfonía de la paz