Cuando este hombre lógicamente afectado anuncia franjas horarias para pasear y hacer deporte ya ha hecho deporte o ha paseado por el Congreso, donde ha dicho que no habrá test para todos, lo cual quiere decir que a lo mejor sí. Después, insiste en que la desescalada será provincial, con lo cual a lo mejor acaba siendo por parroquias. Las respuestas del ministro son como el Plan para la transición hacia una nueva normalidad: lo que pone que va a pasar puede acabar pasando, o no. A este Gobierno unilateral lo están acusando de ser comunista, pero tiende a ser marxista. Basta ver a Salvador Illa en la cámara baja sosteniendo en cada mano un montón de papeles, por si hay que homenajear a Groucho: Estos son mis planes. Si no le gustan, a lo mejor tengo otros. Rectificar es de sabios, pero si es a cada rato, buf. Están a punto de cumplirse 50 días de confinamiento. ¿Será el momento elegido por el Ejecutivo para iniciar su propia desempanada?