El plan B de Pedro Sánchez

OPINIÓN

Ballesteros | Efe

06 may 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Por lo menos ayer, Pedro Sánchez tuvo un plan B y lo ejecutó, pues en qué cabeza cabe que ir a dar explicaciones al Senado sea un plan A para nadie. En la cámara alta, Sánchez agachó en ocasiones la cabeza para hacer anotaciones o dibujitos, habrá que esperar a Manual de resistencia II para cerciorarse. En esta escena otoñal en los albores de mayo, Sánchez se encuentra al este de la imagen, despreciando el consejo de su ministra Ribera, quien recomienda vivir en el oeste —no California, no Galicia, Portugal— para estar más prevenido ante el coronavirus. Es entonces, en esa flexión del cuello, cuando Sánchez podría pasar por un autónomo, o un empleado, o un pequeño empresario desvelado, calculando cómo pagar el agua y el alquiler y el cole de los niños, encaminándose sin plan B hacia una terrorífica nueva normalidad en la que si «nadie se quedará atrás» será solo porque nadie podrá ya ir por delante.