Difícil encaje

Diego Valiño
Diego Valiño REDACCIÓN

OPINIÓN

El portavoz del PNV, Aitor Esteban, conversando con el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en una imagen de archivo.
El portavoz del PNV, Aitor Esteban, conversando con el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en una imagen de archivo. J.J. Guillén | Europa Press

15 may 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Hoy es 15-M. Algunas cosas actuales se parecen a 2011 y otras son nuevas. Espero que no se cumplan las palabras dichas ayer por Ayuso en la Asamblea de la Comunidad de Madrid sobre que las personas que se manifiestan estos días en el Barrio de Salamanca contra el Gobierno de Pedro Sánchez «son una broma» en comparación a las que saldrían a la calle si pudieran celebrarse las manifestaciones con total normalidad. Deseo que este sector que golpea señales de tráfico con un palo de golf para meter ruido no patrimonialicen el concepto de ‘indignados’ que se acuñaron los protagonistas que llenaron la Puerta del Sol y otras plazas públicas de nuestro país hace hoy nueve años. Las ideas y los motivos no son los mismos, ni mucho menos.

Seguimos con un clima político muy enrarecido. No es bueno. No otorga un mensaje de tranquilidad y de confianza que no se trabaje y se prime el consenso a la confrontación. Se puede pensar que el juicio final será lo que digan las urnas pero no veo que la caída de un gobierno pueda ser la mejor noticia en este momento. Hay debates además que se manipulan. ¿Podemos la ciudadanía manifestarnos en las calles mientras está en vigor un Estado de Alarma por una crisis sanitaria? Creo que la pregunta se responde sola, pero lamentablemente vemos al señor Casado tildar esta situación una «dictadura constitucional». ¿Se limitan derechos o se protege a la población? ¿Estamos otra vez ante el peor neoliberalismo de que se salve quien pueda?

Está siendo bastante frustrante la competición que parece que algunas comunidades autónomas hacen con el tema de pasar de fase. Comparto plenamente lo dicho por el Presidente del Gobierno del Principado, Adrián Barbón, de que esto no es Eurovisión. Sin duda está demostrando rigor, seriedad, amplitud de miras llamando al consenso de todos y alertando que no podemos bajar la guardia aunque Asturias esté llevando la lucha contra la pandemia mejor que otros lugares (celebro que varios medios de comunicación estatales así lo hayan reconocido). Hay un encaje difícil entre ir retomando la actividad y a la vez cuidarnos más que nunca. Por ejemplo, todos tenemos ganas de ver a nuestros familiares y amigos, ir a una terraza y pasear por diferentes lugares, pero a la vez sigue siendo importante quedarse en casa si no es necesario salir. Y sí, si no salimos a la calle, los comerciantes y los hosteleros que han vuelto a abrir sus negocios no conseguirán nada. Sí, es complicado garantizar y primar la cuestión sanitaria y a la vez querer poner en marcha la economía, pero ante todo hay que seguir pidiendo prudencia, higiene, responsabilidad y mucho ánimo para que podamos salir adelante. No hagamos más difícil lo que ya de por sí es muy complicado de encajar.