Los pediatras y las familias sabemos que el otoño, la vuelta al cole, significa también la aparición de un cuadro clínico característico de nuestros niños: las infecciones respiratorias. Es a partir de noviembre con la llegada del virus sincitial respiratorio (VRS), principal responsable de las bronquiolitis cuando se llenan nuestras consultas y las urgencias pediátricas se colapsan. Hasta bien entrado abril, nuestros niños, sobre todo los menores de 5 años, van a sufrir de media entre 4 y 8 infecciones respiratorias.
Ademas del VRS, nuestros pequeños van a resultar afectados por: rinovirus, adenovirus, bocavirus, parainfluenza, metapneumovirus, coronavirus y gripe… en resumen 8 tipos diferentes de agentes que pueden causar distintas enfermedades que exigen atención medica.
Este año además tenemos un nuevo visitante el SARS-CoV2, que es el responsable del covid 19 y desde enero del 2020 ha supuesto una crisis sanitaria inesperada y ha originado una crisis económica cuyos efectos empezamos a sufrir. Sabemos que el SARS-CoV2, afecta menos y menos gravemente a los menores de 18 años y que a diferencia de los otros virus, los niños no son el problema ni los principales transmisores.
El SARS-CoV2 sigue entre nosotros y sabemos que va a volver a tener nuevas oportunidades de matar en cuanto le demos la mínima posibilidad. Imaginen ahora nuestras urgencias pediátricas saturadas al mismo tiempo que las urgencias de adultos, las consultas de pediatría y de medicina de familia repletas… Una pesadilla.
Para evitar ese escenario hay que tomar ahora medidas para cuando llegue el frio y las infecciones respiratorias
Algo podríamos hacer desde la pediatría y desde las autoridades sanitarias para evitar un escenario caótico en la asistencia sanitaria infantil si coinciden los 8 virus respiratorios y el brote de SARS-CoV2. Además de las medidas ya conocidas (distancia social, higiene de manos, mascarillas en mas de 6 años, etcétera) deberíamos cambiar nuestra política de vacunación infantil contra la gripe, que es la única infección respiratoria infantil para la que existe una vacuna eficaz y disponible en grandes cantidades.
En España a diferencia de otros países, la vacuna de la gripe es poco usada en los niños comparados con otros grupos de edad, y sin embargo sí sabemos que los niños son los culpables en más de un 70 por ciento de su transmisión. En España solo vacunamos a partir de 6 meses a los niños que entren dentro de los grupos de riesgo.
En Estados Unidos, la Academia Americana de Pediatría y el Centro de Control de Enfermedades recomiendan vacunar a todos los niños de gripe a partir de los 6 meses. Comparto ese criterio y lo vengo aplicando en mi práctica clínica con buenos resultados. Ha llegado el momento de hacerlo en España este año. La presencia del covid 19 justifica el esfuerzo. Deberíamos recomendar la vacuna de la gripe a los niños mayores de 6 meses, por el bien de ellos y para impedir un colapso en nuestro sistema publico de salud.
Es barato, es posible y hay vacunas. Hagámoslo realidad.