04 ago 2020 . Actualizado a las 13:13 h.

A lo largo de la historia la humanidad ha vivido diferentes pandemias. En este momento estamos inmersos en una enorme incertidumbre a causa de la COVID-19 (vemos que ni el calor está consiguiendo hacerle frente). Hasta Trump se preguntaba ayer en Twitter si se tendrán que posponer las presidenciales americanas, que desde 1845 se celebran el primer martes después del primer lunes de noviembre, porque no se fía de la humanidad en general, pero de quienes se encargan de velar por la seguridad del voto por correo menos (ante posibles manipulaciones).

¿Merece la ciudad de Oviedo/Uviéu la concesión de Patrimonio de la Humanidad? En el pleno ordinario de agosto (adelantado al pasado martes 28 de julio porque a partir de mañana algunos ediles se irán de vacaciones) se aprobó una proposición de Vox que el bipartito vio a bien tratar urgentemente (porque no fue registrada en el tiempo estipulado para que estuviera en el orden del día de la comisión de Educación, Cultura, Salud Pública y Consumo) y en la que ayer el Alcalde confesó que tiene que estudiar la normativa «a ver a qué nos llevaría», porque «desconocemos realmente todos los condicionantes que nos puede llevar una declaración tan importante». Es decir, el Ayuntamiento de Oviedo/Uviéu ha dado luz verde a un texto por el que su máximo dirigente político no conoce los criterios de la UNESCO para conseguir tal distinción. ¿Habrá decidido aprobar la petición de Vox por humanidad más que por convencimiento? El tiempo lo dirá, pero en el Ayuntamiento ya se había celebrado el 7 de enero de 1997 un pleno similar, que contó con la unanimidad de la corporación de aquel entonces, para intentar llevar a cabo esta iniciativa, pero solo un año después la entonces concejala de Urbanismo, la señora Alicia Castro Masaveu, dio marcha atrás en el intento al quedarnos sin posibilidades por el derribo de El Fontán. De esa experiencia pretérita entiendo que hay que sacar conclusiones, y la más importante es que no se trata de sentimientos y de ver quien propone lo más ambicioso y seductor para los oídos, sino de ser rigurosos, serios y responsables a la hora de actuar. Bajo mi punto de vista hemos empezado la casa por el tejado sin estudiar para someternos al examen de la UNESCO. No obstante, deseo como ovetense que por encima de todo acierten y que en el futuro se me recuerde a mí como el aguafiestas que no confió en el futuro de esta iniciativa. 

Ojalá el bipartito hubiera tenido un poco más de humanidad con las personas, concretamente con las familias ovetenses a las que con su convocatoria de becas escolares ha expulsado en la recepción de una ayuda municipal. Ayer supimos que habrá 2.200 becas menos en comedor, 1.000 menos en desayunos y 600 menos en libros (en comparación al curso anterior), con lo que hablamos de un tijeretazo de 1,5 millones de euros. Y ya lo que riza el rizo es que hay 1.500 solicitudes de niñas y niños que no podrán tener su beca de comedor y de desayuno habiendo cumplido con los requisitos al poner un tope máximo de dinero que no ha sido insuficiente para cubrir las necesidades de las familias que cumplen. Por tanto, ya no es que se queden sin beca quienes tengan una renta mayor a la establecida en los baremos, sino que incluso los que han aportado toda la información verán que a tener derecho se quedarán sin ayuda económica por la cabezonería y la falta de sensibilidad de los concejales José Luis Costillas y Javier Cuesta. Deben ambos ediles ponerse urgentemente a buscar una solución para cubrir las necesidades de las familias, porque por lógica la situación ha ido a peor y no se puede quedar nadie atrás.

Y no quiero terminar sin apelar, otra vez más, a la solidaridad de todas y todos para controlar los rebrotes. Por favor, mascarilla, distanciamiento social, lavado de manos y evitemos las aglomeraciones. Un poquito de humanidad, por favor.