Suspenso en septiembre

Sara Carreira Piñeiro
sara carreira NI UN PASO ATRÁS

OPINIÓN

02 ago 2020 . Actualizado a las 09:43 h.

Muchas veces se compara la gestión pública con la vida de una familia: ahorros y gastos, ya saben. Si extrapolamos este ejercicio a la educación, lo que nos espera en septiembre puede ser un entorno familiar de los llamados desfavorecidos, esos que son la primera y principal causa del bajo rendimiento del alumno. Porque es algo comprobado por todos los estudios: lo más importante no es si el estudiante va a la escuela pública o a la privada, lo fundamental es el contexto en que vive. 

En los hogares desfavorecidos no hay control de lo que se aprende, no se pregunta a diario qué tal en el cole; se permite a los alumnos hacer lo que quieran, y el que sale indolente o disperso, paga las consecuencias con un expediente mediocre. Son familias donde no hay dinero para dedicarlo a clases de refuerzo, ni para logopedas o para cambiar las gafas con la frecuencia necesaria. No hay un clima de concentración, no se valora el tiempo y el dinero dedicado a la educación y no hay expectativas.

Corremos el riesgo de que esa sea nuestra educación: dejamos a los equipos directivos solos, y el que se despiste, lo siento por sus alumnos; no hay expectativa institucional («yo me esfuerzo, pero tú rinde»); y nada de gastos extra, ni pensar en un crédito para sortear el bache. Saldremos adelante como hicimos toda la vida, y maloserá.