Emergencia climática: tiempo de actuar

Francisco Peña LÍNEA ABIERTA

OPINIÓN

Alberto Valdes | Efe

08 ago 2020 . Actualizado a las 10:32 h.

El informe más reciente del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre Cambio Climático confirma que hay pruebas abrumadoras de que los seres humanos están afectando al clima mundial y destaca una amplia variedad de consecuencias para la salud humana. Los niveles del mar están subiendo, los glaciares se están derritiendo y los patrones de precipitación están cambiando. Los fenómenos meteorológicos extremos son cada vez más intensos y frecuentes. La sociedad civil está cada vez más comprometida en la lucha contra el cambio climático, asumiendo que todos somos parte del problema y a su vez parte de la solución, demandando la puesta en marcha de acciones por parte de los gobiernos ante la emergencia climática como consecuencia de las alertas de los científicos, que recalcan la importancia de limitar el aumento global de temperatura a 1,5 grados centígrados y reducir drásticamente las emisiones de gases de efecto invernadero a la atmósfera. Según el último informe de la Organización Meteorológica Mundial presentado en la COP25, la temperatura global del planeta nunca había sido tan alta como en esta última década. Estamos muy lejos de cumplir con las metas de la COP21 (París, 2015), en la que se alcanzó el primer acuerdo internacional sobre el clima. La COP25, organizada por Chile y celebrada en Madrid en diciembre del año pasado, en la que tuve el privilegio de participar activamente, ha generado cierta frustración ante la falta de acuerdos. Los científicos presentaron diversos informes y estudios sobre investigaciones climáticas, coincidentes en que el 2019 sería un año récord en temperaturas y que las emisiones de CO2 volverían a marcar un máximo histórico. Se volvió a constatar la desconexión que existe entre la comunidad científica internacional y los gobiernos respecto a la necesidad imperiosa de actuar ante la crisis climática. Constatar que de los 196 países que participaron en la cumbre, 84 se comprometieron a adoptar programas estrictos de recorte de emisiones en el 2020, entre los que cabe destacar Alemania, Reino Unido, Francia y España; mientras que EE.UU., China, Rusia e India, que son los grandes responsables de las emisiones, no se comprometieron a cumplir con los retos existentes. Mientras los científicos y la ciudadanía van de la mano reclamando acción, los gobernantes no están a la altura de las circunstancias. Los resultados de la COP25 fueron decepcionantes, ya que no se lograron acuerdos relevantes y las decisiones sobre temas importantes se postergaron para la próxima COP26, que se celebrará en Glasgow en noviembre próximo. Allí se deberán adoptar decisiones vinculantes y definitivas o llegaremos tarde y pagaremos las consecuencias, ya que esto acabará pasando factura a los gobernantes y a las empresas que no se sumen a afrontar la emergencia climática.