Para pensar

Luis Ferrer i Balsebre
Luis Ferrer i Balsebre MIRADAS DE TINTA

OPINIÓN

Antonio Lacerda | Efe

15 sep 2020 . Actualizado a las 09:12 h.

Qué te llevarías a una isla desierta? Sin duda, música. Pero el problema empezaría ahí: ¿en qué soporte? Hasta los noventa la música la escuchaba en vinilos, con el advenimiento de los cedés se me ofreció la posibilidad de un soporte más pequeño y un sonido mejor (algo dudoso); luego vino el mp3, aún más liviano y con mayor capacidad, hasta llegar a las múltiples plataformas que permiten el acceso al infinito musical con un móvil.

Pero en una isla desierta no tendría cobertura. Me llevaría entonces los vinilos y un gramófono de manivela, problema resuelto.

Este fin de semana aproveché para tomar el último sol del verano y leer la novela de Irene Vallejo El infinito en un junco; de su lectura salió la reflexión sobre el soporte con el que poder llevarme la música a una isla desierta o -más acorde con los tiempos- a un planeta minúsculo del espacio inexplorado.

La escritora hace un recorrido muy bien documentado a través de la historia del libro.

Ah, y también me llevaría un montón de libros o el Espasa, porque la infinita capacidad del libro electrónico tampoco se podría usar en un lugar de esas características.

Inquietante y acertada la reflexión de la autora: «El libro ha superado la prueba del tiempo». Citando a Humberto Eco: «El libro pertenece a la misma categoría que la cuchara, el martillo, la rueda o las tijeras, son inventos insuperables».

La tecnología nos ha hecho creer otra cosa y perder un montón de vida atesorada en casetes y VHS.

Da que pensar que hoy podamos leer un manuscrito copiado hace más de diez siglos y no podamos escuchar un casete de Camilo Sesto o ver la boda en VHS, salvo que tengamos un museo de la caducidad en el trastero.