Leceñes al límite

Álvaro González

OPINIÓN

Residencia de Mayores Palacio de Leceñes, Valdesoto (Siero)
Residencia de Mayores Palacio de Leceñes, Valdesoto (Siero) Palacio de Leceñes

29 oct 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

La mala gestión de las residencias de ancianos y el abandono de nuestros mayores fueron dos de los peores errores, imperdonables, que cometimos en la primera ola de la pandemia. Vergüenza absoluta. La generación que inventó la España actual, la mejor de todos los tiempos, entregada a su suerte y al desconcierto. Los políticos, representantes de la sociedad, se llenaron la boca de promesas que no han cumplido, y otra vez los abuelos vuelven a ser azotados por el virus con fiereza, vuelven a pender sus vidas al albur.

En la Residencia Palacio de Leceñes cincuenta y dos personas se han visto afectadas por el coronavirus, personas que pueden ser tus padres o tus abuelos. Desde el primer caso, Sanidad se hizo cargo de la gestión dando palos de ciego: no actuando con determinación y con escaso existo. Ellos asumían el mando, pero se fue todo el trabajo a los empleados de la residencia: desbordados y exhaustos. Tras dos PCR negativas se autorizó a separar a los ancianos entre positivos y negativos, entre sanos y enfermos. Por más que se ha insistido por parte del centro y de los familiares, no se permitió derivar a los pacientes que no presentan problemas a otros centros, denegándose el traslado por la autoridad sanitaria competente todas las veces solicitadas. En los últimos días, cuando se suponía que todo estaba ya controlado y se encauzaba la situación, algunos ancianos que habían sido negativos en la PCR han tenido que ser derivados al HUCA: ya que presentaban baja saturación de oxígeno y diferentes complicaciones. Uno de estos, de los que ya se creía que estaban a salvo, falleció. Dados estos hechos y los resultados, las PCR no están dando una información fiable para la toma de decisiones, el covid puede aparecer después de la realización de la prueba. Se han solicitado la realización de tests serológicos, por si fueran de más ayuda, pero aun siguen a la espera.

La situación es límite en Leceñes, además de los residentes, entre la plantilla, hay 17 personas que han de permanecer aisladas por prescripción médica y en cumplimento del protocolo covid-19. Aumenta el trabajo y escasea el personal, ya que debido a la situación que presenta el centro es imposible la contratación para cubrir las vacantes, declinan la oferta. Los trabajadores doblan turnos y se desempeñan sin descanso, seguir así es insostenible. Se han solicitado refuerzos al SESPA, a la Consejería de Derecho y Bienestar y al ERA, que tratan de hacer lo posible, pero la escasez de personal es la norma en esta situación. Como medida última y desesperada, la dirección de la residencia está intentando recurrir a familiares y conocidos para cubrir estas plazas, pero parece tarea imposible.

En este mundo en el que nos creíamos a salvo y, como en los buenos gobiernos, nunca pasa nada, se ve azotado por esta pandemia que desnuda las deficiencias y mezquindades de la sociedad. Ellos, los ancianos, abuelos de este país que forjaron y sacaron de su oscurantismo: con trabajo, voluntad y resistencia, no pueden verse abandonados por aquellos por los que lo dieron todo, a los que les dieron todo.