Pasando del covid

Beatriz Pallas ENCADENADOS

OPINIÓN

Cuatro al día

28 oct 2020 . Actualizado a las 15:35 h.

El mundo del negacionismo está sacando a la luz personajes impagables. Primero fue Miguel Bosé con sus vídeos paranoides el que quiso buscarle tres pies al gato de la pandemia como si el panorama no fuera ya lo suficientemente complicado. Ahora Cuatro ha descubierto el torpe testimonio de una chica que salió en pantalla decidida a convertirse en la Juana de Arco de una juventud subyugada por las mascarillas y los toques de queda, pero acabó convertida en icono nacional de la estulticia. Su postura es interesante, porque explica lo que seguramente piensan muchos de aquellos que a estas alturas siguen haciendo botellón indiscriminadamente y buscan la forma de burlar las normas como si estas no se hicieran por el bien común. Su tesis principal es que «los ciudadanos son marionetas con las que los políticos juegan a su antojo». Su determinación, imperturbable: «En una fiesta con mis amigos me voy a quitar la mascarilla y punto». «Voto por esa libertad que nos merecemos los jóvenes, nos merecemos alguna fiesta». Y luego, la lógica aplastante: «¿Qué pasa, que el coronavirus se levanta a las once de la noche y se acuesta a las seis de la mañana?».

Le contestó con aplomo y desesperanza un médico que pasó el virus en marzo y aún tiene a día de hoy la voz más rota que la de Miguel Bosé. En su caso, por culpa del tubo que tuvo en la tráquea mientras estuvo en la uci para seguir respirando.