Un lugar de la memoria para la partida de Caxigal

OPINIÓN

caxigales

01 nov 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

La Fundacion Juan Muñiz Zapico de la que soy director ha solicitado, como entidad memorialística y en desarrollo de la Ley de recuperación de la memoria democrática del Principado de Asturias, la declaración como Lugar de la Memoria Democrática de Asturias a la fosa de la partida de Manolo Caxigal en Laviana.

En febrero de 1950, más de diez años después de la caída del Frente Norte, en Asturias la lucha continuaba. Ya hace 70 años de su asesinato y la exposicion pública de sus cadáveres. La fosa de la partida de Manolo Caxigal se encuentra tal cual en aquel momento, con una placa con sus iniciales en el cementerio de San Esteban de El Condao (Laviana). Su ubicación y datos viene recogida en el Mapa de las Fosas Comunes realizado por la Universidad de Oviedo en colaboración con el Gobierno del Principado.

El ataque, aquel 7 de febrero, al campamento guerrillero ubicado en La Ferrera acabó con la vida de Manuel Díaz González (Caxigal), Eloy Álvarez Martínez El Ruso, Ángel Martínez Rodríguez, Ovidio González Morán, Roberto Montes Rodríguez Cantinflas, Vicente de Blas Almodóvar, Manuel Castaño y por último el que sólo tenemos su apodo Negrete. Supuso un duro golpe a la Agrupación Guerrillera y a la organización del Partido Comunista de España en Asturias

Mi primer contacto con la figura de Caxigal fue leyendo un boletín de la Federación Minera de CCOO que mi padre trajo a casa del pozo. La historia de los guerrilleros me llamó la atención, más a finales de los años 80. Entonces no se oía hablar de la Memoria Histórica, los jóvenes sabíamos más de la represión de la dictadura argentina que de la española. Al ser Caxigal de Laviana le llevé la revista a mi abuelo Jamín y le pregunté si le sonaba algo. Tal era mi ignorancia. Nunca vi a mi abuelo llorar como viendo aquella foto, claro que le sonaba, era su amigo y compañero. Me contó la última vez que lo vio con vida. Cómo una noche de fiesta le llamaron detrás de la iglesia del Condado y el abrazo que se dieron. Aquel día me di cuenta de mi desconocimiento, quizás eso me animó más a estudiar Historia y, hoy, a mi labor de recuperación de la memoria de aquellos y aquellas que dedicaron su vida en la lucha por la libertad.

Caxigal y sus compañeros, algunos venidos de fuera de Asturias a seguir la lucha antifascista, eran la expresión del movimiento obrero y la continuidad de la legalidad republicana. Como muy bien plantea Ramón García Piñeiro en su libro Represión, guerrilla y violencia política en la Asturias de posguerra (1937-1952). Nunca han tenido el reconocimiento debido. En una fecha como la de difuntos, es momento de pensar en los miles de desaparecidos aún existentes, enterrados y enterradas, en las cunetas y fosas comunes. En las familias y compañeros que aún tiene que oir eso de que no es momento de reabrir heridas. Reconocer a las víctimas, tratar como héroes a los que dieron su vida, no reabre nada, al contrario lo cierra y clarifica. Es una cuestión de dignidad y justicia. Por eso, con esta solicitud de la Fundación Juan Muñiz Zapico de CCOO de Asturias, pretendemos que en aplicación de la Ley, se adecúe la fosa y se complete la investigación de todos sus miembros, como el caso de Negrete del que solo se sabe su alias. Consiguiendo para los enterrados en la citada fosa el reconocimiento como héroes de la resistencia antifranquistas. En recuerdo de Caxigal y sus camaradas.