Ideas del Ayuntamiento de Oviedo contra la violencia machista ¿cómo no se nos ocurrió antes?

OPINIÓN

Foto de archivo de una manifestación en contra de la violencia machista.
Foto de archivo de una manifestación en contra de la violencia machista. Carlos Herrera

01 dic 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Si algo aprendemos todas las niñas desde que tenemos edad suficiente para salir solas de casa es que la calle es un lugar mucho más inseguro para nosotras que para nuestros amigos. Aprendemos a cuidar unas de otras, a acompañarnos, a no hacer trayectos innecesarios si vamos solas, a evitar los lugares poco concurridos o las horas en que no hay gente. Antes de pensar en el primer beso ya somos conscientes de que pueden violarnos. Nuestra familia nos advierte e intenta protegernos de mil maneras, lo oímos en el telediario antes de haber dejado de ver dibujos animados. Pero sobre todo nos hacemos conscientes la primera vez que alguien «se mete con nosotras» , que nos hacen una insinuación sexual o que tratan de hacernos daño. Entonces desarrollamos estrategias que serán para siempre parte de nuestras vidas, respuestas frente a la violencia que nos van a condicionar tanto como la violencia misma, y que muchas veces acaban siendo objeto del humor condescendiente de quien las observa.

Como no hay niñas pequeñas gobernando en el Ayuntamiento de Oviedo, esto que es muy básico, no podemos dar por hecho que se sepa. Y parece que no se sabe. Así que el Ayuntamiento nos ha obsequiado este 25-N con un repertorio de consejos pueriles y paternalistas para que, tontas de nosotras, no acabemos teniendo tantos problemas. Se agradecen no obstante las buenas intenciones pero hay un pequeño problema; es que el Ayuntamiento no se está dirigiendo a niñas sino a sus ciudadanas. ¿Y qué espera la ciudadanía de un Gobierno? Que se garanticen sus derechos. Esperamos que las instituciones gestionen de manera eficaz la lucha contra la violencia machista en todas sus expresiones, que asuman su responsabilidad frente a un problema social que se cobra la vida y la salud de muchas y condiciona la vida de todas. Estrategias diseñadas por personal competente y una planificación coherente con los objetivos a largo plazo.

La violencia machista no la sufre un grupo de mujeres mientras las otras están indemnes. No es problema de un colectivo en concreto ni de un perfil individual. El mayor factor de riesgo es ser mujer y por eso todas la hemos sufrido en alguna de sus manifestaciones. Por eso las estrategias individuales que ponemos en práctica tienen un alcance limitado para protegernos.

La violencia machista no va a ser erradicada porque las mujeres hagamos una cosa u otra. Porque para empezar esto no va de repeler las agresiones, se trata de que no se cometan. La única forma de conseguir este objetivo es eliminar los comportamientos violentos y el machismo que los justifica. Ahí está la raíz del problema y la única solución posible. Y esa tarea solo se puede afrontar socialmente desde las instituciones democráticas. Eso es lo que esperamos del Ayuntamiento de Oviedo y de su alcalde. Esperamos como dice el eslogan de su campaña que «den la cara» contra el machismo porque es su trabajo en vez de ponerse de lado. El año que viene estaría bien un vídeo explicativo de los comportamientos que los agresores deben evitar para «prevenir» la violencia machista. Y de cómo deben «proveerse» de recursos para evitar que su machismo vaya a más. Pueden empezar trabajándose algunas de las áreas del vídeo como su «lenguaje corporal amenazante», su «mentalidad retrógrada», sus «emociones misóginas» o su «comunicación insultante».

Así como las niñas aprenden rápidamente que deben protegerse, no se educa a los jóvenes en los valores de la igualdad y el respeto. No hay otro camino hacia una sociedad libre de acoso, violencia de género, asesinatos y violaciones de mujeres. Es un camino con un horizonte muy largo, pero al Gobierno de Oviedo aún le queda mandato para contribuir en esa dirección. Mientras tanto nosotras seguiremos mirando atrás como ciudadanas de segunda, gracias por el consejo.