No asumamos cientos de muertes como un simple daño colateral

Daniel López-Acuña, exdirector de Acción Sanitaria en Situaciones de Crisis de la OMS CORONAVIRUS

OPINIÓN

NEIL HALL

El exdirector de Acción Sanitaria en Situaciones de Crisis de la OMS alerta de las consecuencias de la relajación de las medidas en las fiestas

19 dic 2020 . Actualizado a las 09:48 h.

Hace unos días, la canciller alemana, Angela Merkel, respondió a los que quieren relajar las restricciones en Navidad: «Lo siento de corazón, pero si el precio a pagar son 590 muertes al día, es inaceptable». Yo creo que es el mensaje adecuado que un político debería enviar en estas fechas. Es importante no contribuir al previsible aumento de contagios de estas semanas, porque si no hay precaución ante los eventos navideños, vamos camino de una tercera ola. Pero lo importante del mensaje de Merkel es que no se puede entender sufrir centenares de muertos como un simple daño colateral a celebrar la Navidad. Sufrimos bajas sistemáticas como si se tratase de una guerra. Hay que tener claro que lo único que nos libera de esto es doblegar la curva completamente. Y si no permitimos que esa curva descienda, habrá una tercera ola, con todas sus consecuencias sobre la presión asistencial...

Por otra parte, en el momento en el que se avanza con la vacuna y se plantea la inmunización de la población, esta ola impediría que la vacuna llegue incluso a lograr un mínimo efecto, simplemente porque no le daría tiempo en los tres meses en los que se puede empezar a notar su aplicación.

Debatir sobre si el toque de queda tiene que durar una hora más o menos, si se cierra perimetralmente unos días sí y otros no, o si se permitirá la reunión de dos o tres unidades domiciliarias es perderse y enredarse en asuntos no prioritarios. Debemos centrarnos en cómo conservar las menores interacciones posibles. Yo diría que lo ideal es mantener la convivencia solo dentro de la burbuja domiciliaria. Toda apertura supone un riesgo. Cinco unidades familiares de apenas dos componentes multiplican el riesgo por cinco. El regateo o la negociación de este tipo de términos no es el centro de la cuestión. Tenemos que darnos cuenta de ello.