La cepa británica, baño de realidad

Yashmina Shawki
Yashmina Shawki CUARTO CRECIENTE

OPINIÓN

ANDY RAIN | Efe

01 ene 2021 . Actualizado a las 20:12 h.

No son buenos tiempos para el Reino Unido. Si este año comenzaba con las espadas en alto por el brexit, ahora acaba agotado tras la extenuante negociación para abandonar el club europeo con un acuerdo satisfactorio. Por si fuera poco, pese al retraso casi in extremis en la imposición de las medidas de contención más restrictivas por el imparable avance de la pandemia, ha tenido efectos devastadores en su economía hasta el punto de suponer el cierre de grandes empresas incapaces de afrontar el descenso del consumo de sus productos, lo que ha derivado en el incremento del desempleo. Pero la puntilla se la dio el anuncio de que el virus británico ha mutado a uno que se contagia con mucha mayor rapidez y cuyos efectos se desconocen. Las alarmas se encendieron de manera inmediata en los países en los que detectaron algunos infectados, provocando la reacción fulminante de Holanda, que cerró todas las vías de transporte con Gran Bretaña; lo que, a su vez, produjo un efecto dominó en un gran número de países europeos, a excepción de España, terriblemente sensible a cualquier desconexión con el turismo isleño.

Pero el golpe más duro fue el cierre de todas las conexiones con Francia. El bloqueo de dos días en el Canal de la Mancha paralizó miles de camiones que ocuparon decenas de kilómetros en el acceso al puerto de Dover, muchos de los cuales todavía no han podido salir de Gran Bretaña. Además, la reacción de pánico de los ciudadanos provocó largas colas en los supermercados por miedo al desabastecimiento. Los responsables de las empresas de transporte británico han alertado sobre los graves problemas que este parón de tan solo dos días ha ocasionado en el suministro de bienes de primera necesidad y las dificultades que el brexit traerá consigo al imponerse los controles de aduanas, con las consiguientes trabas burocráticas. Resulta paradójico que haya sido el virus el que haya puesto en evidencia cómo puede complicarse la vida en Gran Bretaña y que las bondades de la separación, pese al triunfalismo de Johnson, pueden no ser tantas.