Sí, así es mi ciudad. Sé que no es la forma más elegante y literario de encabezar un artículo, pero no me duelen prendas: Oviedo, ciudad de apariencias.
La historia es tan plena y dinámica en su devenir, que pocas ciudades de España pueden alardear de ser: la capital del primer reino de la reconquista, mantener vivos y frescos los templos del prerrománico (Patrimonio de la Humanidad), una catedral con torre versada literariamente por Clarín en la obra maestra del Realismo español y, `posiblemente a la altura del Quijote: La regenta de Clarín.
Pongo punto y aparte en su enumeración y doy un salto en el vacío para recrearme en el siglo XX y en su recién estrenada democracia se viste de fiesta y de reina en el mes de octubre entregando en el teatro (también idea de Clarín) los premios antes: Príncipe de Asturias; ahora, Princesa de Asturias.