Tontos

Ruth Nóvoa de Manuel
Ruth Nóvoa DE REOJO

OPINIÓN

Dado Ruvic

17 ene 2021 . Actualizado a las 10:02 h.

En mi casa siempre hemos hablado de «tontos ignorantes» (apenas pronunciando la g y marcando mucho la sílaba tónica) y «tontos maliciosos» (dicho achinando los ojos). Ahora que llega la fatiga pandémica lo que a mí me agota son este tipo de tontos. ¿Será que hay más? ¿Que antes no me los encontraba? ¿Que hacen más ruido? Quizás soy yo. A lo mejor es como cuando tienes migraña: cualquier voz o cualquier luz te molesta. También están las nuevas tecnologías y la globalización. Antes tenías a tus propios ignorantes y maliciosos. Alguno en tu clase o en tu trabajo, otro en la familia, en la pandilla (quién esté libre...), algún conocido... Y como eran tuyos, hasta eran menos tontos. Los veías venir. Eso siempre es un descanso. Pero ahora las redes sociales te los sirven en bandeja y, por si no tuvieras suficiente con los patrios, te pueden llegar desde cualquier rincón del mundo. Qué cansancio.

Hasta que llegó la pandemia, prefería a los tontos ignorantes. No tenían mala baba y me resultaba fácil justificarlos. Otra frase familiar: «Non saben máis». Los maliciosos, sin embargo, me daban mucha rabia, por eso de la mala leche. Pero he tenido que cambiar de idea desde que Twitter, Facebook y demás familia se han convertido en testigos de la proliferación de ciudadanos que creen que saben de todo (y lo cuentan a gritos) pero generalmente no tienen idea de nada (y lo que es peor, ni voluntad de leer un poco para aprender). Son al mismo tiempo policías, jueces, científicos, epidemiólogos, políticos y periodistas... Siempre tienen razón. Y tú no. Hasta en eso hemos cambiado. Antes, si ignorabas algo, disimulabas. Ahora mola no saber de nada pero opinar como si lo supieras todo.