Los misterios del carbón en la playa de San Lorenzo

OPINIÓN

Carbón en la arena de la playa de San Lorenzo
Carbón en la arena de la playa de San Lorenzo

21 ene 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

En los años setenta del pasado siglo, los buques Manuel Yllera, Elanchove, Castillo de la Mota, EA y otros más, descargaban habitualmente en el Musel miles de toneladas de carbón, procedentes de distintos puertos extranjeros con destino a Ensidesa y otras factorías. En los aproximadamente 10 años transcurridos desde aquel tiempo hasta enero de 1986, fecha en la que embarranca el Castillo de Salas en aguas de Gijón, fueron millones las toneladas descargadas en el puerto exterior. Sin embargo, la playa de San Lorenzo no fue noticia por haber recibido grandes manchas de carbón. Fue a partir de la referida embarrancada, cuando el arenal se cubrió de grandes manchas de carbón. Las 80.000 toneladas vertidas por el buque siniestrado en la bahía gijonesa nunca fueron recuperadas del fondo marino, ni tampoco hay estudios recientes que acrediten que han desaparecido de la zona sumergida. De lo que sí hay certeza es que después de fuertes marejadas o temporales, miles de piedras de carbón, cuyos tamaños pueden estar comprendidos entre unos pocos milímetros y unos 6 centímetros, aparecen una y otra vez sobre la playa y en todas las zonas. Sus bordes están redondeados por 34 años de erosión marina. Días después retornan al lecho marino. 

¿Algún técnico en la materia se encargo alguna vez de investigar todo esto? ¿Qué ocurriría si una parte de esas piedras fuesen teñidas de un blanco o amarillo consistente? Lo más seguro es que retornasen una y otra vez a la playa confirmando el origen y la dinámica marina a la que están sometidas.

Si, simultáneamente, se tiñesen de añil otra cantidad suficiente de piedras de similar tamaño o se les colocara un chip localizador incorporado y se las arrojase al agua a pie de muelle, en la zona de ampliación de El Musel, se podría comprobar de forma científica su trayectoria.

¿Permanecerían dentro de una franja próxima al muelle? ¿Llegarían a San Lorenzo? ¿Cuánto tiempo tardarían en llegar? ¿Qué circuito seguirían? No hay pruebas científicas que nos permitan hacer aseveraciones fiables. Por lo que, de momento afirmar que las piedras o las partículas de todas o de algunas variedades de carbón que llegan a la playa, pertenece a la esfera de lo especulativo. Son puras opiniones carentes de fundamento científico.

Por otra parte, el apilamiento de grandes masas de carbón en los muelles de la ampliación y otras zonas portuarias son origen en determinadas condiciones meteorológicas, de grandes nubes que arrastran finas partículas del negro mineral hasta las ventanas, terrazas e incluso playas gijonesas. Es obvio que estas nubes que afectan a la vida y a la estética urbana son el producto de una actuación irresponsable de empresarios carboneros y autoridades competentes, que supuestamente, tanto a unos como a otros, les aportara importantes réditos, porque si no, es imposible entender, que la Asturias minera se haya instalado en el gran superpuerto, como almacén de carbón, mientras se finiquitaba la minería de Asturias.

En opiniones publicas recientes, el que fuera concejal de Xixon sí Puede David Alonso, tras conocer la opinión del Instituto del Carbón, daba a entender que el problema de la aparición del carbón en San Lorenzo era precedente de El Musel y que había que ponerse a trabajar ya en la solución del problema. ¿Acaso David Alonso tiene algún estudio sobre donde están las 80,000 toneladas de carbón vaciadas al mar por el castillo de salas. ¿Acaso David Alonso y otros opinadores en este grave asunto para la ciudad de Gijon, incluido el Instituto del Carbón, no se pregunten como es posible que el carbón que dicen que procede de El Musel no aparezca sin embargo, en la playa del Arbeyal y Poniente mas próximas al puerto?

Mientras no se aporten pruebas científicas avaladas por datos contrastables, no hay razones para dar crédito a opiniones simplemente avaladas por un membrete. No son estos tiempos en los que el acto de fe tenga rango de verdad científica.

La playa de San Lorenzo, la salud pública y los intereses del pueblo de Gijón merecen soluciones serias, eficaces y transparentes; en consecuencia, se debe huir de las políticas de confusión y confrontación ciudadana.

Hasta ahora no se ha publicado ningún informe científico, las opiniones publicadas en los últimos días, mientras no se demuestre lo contrario ,parecen estar mas orientadas hacia la creación de un estado de opinión que tranquilice a la ciudadanía, que a la solución del problema, que lleva ya muchos años y con perspectivas de continuar muchos mas.

El futuro de El Musel, de la EBHI y de la empresas dedicadas al transbordo del carbón, debe ser objeto de un debate abierto en el que se aborden desde la transparencia, la información clara y detallada sobre la situación del puerto, y sus estrategias para competir, en un mercado cada día más concurrido.

Se deberían evitar las polémicas absurdas y en su lugar  aportar soluciones eficaces para eliminar el carbón que aún permanece sumergido en las aguas de la bahía gijonesa, además de otras soluciones que podrían resultar mas sencillas y menos costosas, pero parece ser que de esas nadie quiere hablar.