El dolor de Angela Merkel

OPINIÓN

Michael Kappeler | Reuters

22 ene 2021 . Actualizado a las 11:02 h.

Quién sabe en qué estará pensando Angela Merkel en este instante de dolor. ¿En los reinos de taifas españoles y su cogorza, perdón, cogobernanza?, ¿en por qué sus políticos se desviven por la fecha de unas elecciones?, ¿en Pedro Sánchez preocupado por que el traje no le haga arrugas?, ¿en cuanto peor para todos, mejor para mí, Pablo Casado?, ¿en la guerra de Pablo Iglesias?, ¿en el partido de Abascal pidiendo para Trump el Nobel de la Paz? En este caso, estaría carcajeándose. Es inútil buscar un parecido entre la canciller de Alemania y la nómina, abultada en todos los sentidos, de políticos españoles. No la hay. Esta mujer es ya historia de Europa. Ellos acabarán, con suerte, en triste nota a pie de página. El rostro de Angela Merkel es el rostro de un país y un continente asfixiado por el virus. Hasta sufre bien. O sea, sabe sufrir. Sus colegas españoles ni la imitan mal. Demasiado hedonismo y egoísmo. Se quieren a sí mismos por encima de nuestras posibilidades.