Este hombre desahuciado para la política salió algo así como en el minuto 90 y marcó un gol por la escuadra. Los tabloides lo jalean. Hace unos meses estaba literalmente muerto. En la uci él, y en la uci su país. Fueron las consecuencias de su negacionismo. El Reino Unido acaba de sumar 100.000 muertos. Boris compareció arrepentido y entonó el mea culpa. Obviamente, no dimitió. Sabe que la memoria es tan frágil que incluso los muertos se olvidarán de que les dio la espalda. Ahora está pletórico. Mientras en la UE buscan jeringuillas debajo de las piedras, Boris tiene para dar y tomar, pero ha dejado claro que solo va a tomar. Qué mal juega sus cartas la entelequia Europa. ¿En serio alguien puede creer que es casual que una empresa británica esté teniendo problemas para servir vacunas a la UE?. He aquí el rostro del Brexit. Si en Bruselas esperaban que Boris Johnson se acordase de su amada Europa, basta ver cómo le sienta la mascarilla. Hannibal Lecter daba menos miedo.