No hay mal que por bien no venga

OPINIÓN

Preparación de un porro
Preparación de un porro José Manuel Casal

08 feb 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

Salvo funerarias, fabricantes de mascarillas y otros favorecidos por esta putada -permítame referirme así a la pandemia- el resto de la humanidad está siendo triturado por algo que ayer era inimaginable. No alcanzo a recordar si fueron los sabios chinos o los Monty Phython los que dijeron que: «hay que mirar la cara positiva de la vida». Y es que dejando a un lado bromas, que la cosa no está para chistes, esta actitud ante la existencia es algo bueno, muy bueno. Pero ¿qué provecho se puede sacar del Covid? A parte de que algunos tienen que visitar menos a la suegra… otro aspecto positivo, es que ciertos hábitos nocivos de la juventud han disminuido, en concreto los consumos.

La pandemia ha afectado a las pautas de conducta de lo jóvenes hasta tal punto que el consumo de alcohol, tabaco y cannabis ha disminuido, al menos en cierta franja de edad.

El Observatorio Europeo de Drogas y Adicciones realizó un estudio el pasado año que reveló el siguiente dato, un 71,9% de los consumidores había cesado o reducido su frecuencia como consecuencia de la pandemia, y es que: gracias al confinamiento, algunos padres pueden «disfrutar» más tiempo de la placentera compañía de sus hijos adolescentes. Esto, unido a que salen menos se traduce en: mayor control de los padres y menor riesgo de consumo entre iguales -Mala suerte chicos-. Dicho en otras palabras, cierto sector de población, aquellos que todavía tienen que estar bajo el paraguas de papá y mamá pecan menos por falta de ocasión -como diría el Santo Varón-. Así que como consecuencia del Covid, tenemos una población juvenil más sana. Este dato es cierto, aunque hay un… pero. El inconveniente es que otra franja de edad, más talludita, aquellos que no tienen que rendir tantas cuentas a los papis, consume más drogas, en concreto: cannabis ¿por qué? La explicación es fácil; resulta que es la droga ilegal más generalizada y además el resto de drogas sufre desabastecimiento -como ven la logística no sólo afecta al papel higiénico-, por lo que el mayor precio y adulteración hace que muchos cambian de tercio por un género más barato y puro.

¿Y qué pasa con las drogas del Gobierno? -No, no me refiero a la tele, me refiero al fumar y al bebercio- pues la primera se ha reducido por miedo, - como era de esperar, con tantas UCIS, respiradores, bronquitis… ¡cualquiera fuma! -. Y la segunda, pues también ha disminuido, pero no por miedo -¿Quién tiene miedo a beber? Podríamos pensar que al estar tanto tiempo en casa bebemos más, y es que NetFlix no sólo contribuye al desarrollo de los michelines sino también a la cirrosis. Esto que le digo es cierto, de hecho, la venta de bebidas alcohólicas se ha disparado. No obstante, que bebamos más en casa no compensa lo que bebíamos fuera -Conste que cuando hablo en primera persona no me refiero a mí, me refiero a los demás, por supuesto-.

Pese a la anterior chanza, los consumos son algo serio. El síndrome de abstinencia y el consumo de alcohol y de otras cosas peores puede, y así ocurre, incrementar la conflictividad intrafamiliar, las peleas, las agresiones, los insultos… Los abusos de todo tipo se han multiplicado de forma alarmante durante estos meses, si a esto le añadimos la situación de incertidumbre y de crisis económica. Tenemos todos los ingredientes para cocinar una explosión de conflictividad social. El resultado de este revés serán muchos lazos en la chaqueta y banderas a media asta -ya lo verá-.

No sé si por efecto, o como consecuencia de lo anterior, cada vez hay más jóvenes con problemas de salud mental. El porcentaje que venía siendo habitual, el 20%, que no era poco, confesaba haber sufrido algún desajuste psicológico. Ahora alcanza el 30%, diez puntos porcentuales más. Los hábitos han cambiado y está claro que no benefician mucho a la sesera. Otra perla que nos dejan estos tiempos, es el incremento de denuncias por ciberacoso. Tantas horas delante de la pantalla no podía traer nada bueno, algunos se olvidan que detrás de los megapíxeles hay personas. Pero no se venga abajo, algo positivo traerá todo esto, recuerde aquella pegadiza canción de la Vida de Brian que decía «always look on the bright side of life».