«Archipiélago Galapagar»

OPINIÓN

Pool Moncloa | Borja Puig de la Be

10 feb 2021 . Actualizado a las 12:23 h.

En la semana en la que Bárcenas se pidió un careo con Rajoy, o con emepunto Rajoy, mire usted, se echa en falta uno de Sánchez con Iglesias. El vicepresidente asegura que en este país no hay «plena normalidad democrática», muy en la tesis que plantearía, con perdón, cualquier hijo de Putin. En las imágenes de agencias del Consejo de Ministros de ayer se percibe que entre Sánchez e Iglesias hay un distanciamiento calculado: cada vez que el vicepresidente la arma, Sánchez mira para otro lado, o sea, para Carmen Calvo. Iglesias se concentra en una pantalla, quién sabe si anda buscando el número atómico del polonio. El camarada Pablo, niñera de la democracia. Por mucho menos, cualquier otro presidente lo mandaría para casa. La medida de la farsa de Iglesias Solzhenitsyn la da su código postal. Si escribiera un libro sobre este país, solo se parecería a Archipiélago gulag en el título: Archipiélago Galapagar. A lo mejor también acababa siendo un best-seller.