Terremoto en la derecha

Fernando Salgado
Fernando Salgado LA QUILLA

OPINIÓN

Marcial Guillén | Efe

11 mar 2021 . Actualizado a las 09:50 h.

Las réplicas del terremoto político se suceden mientras escribo. El epicentro se sitúa en Murcia: la presentación de una moción de censura que, previsiblemente, facilitará a Ciudadanos la presidencia de la comunidad y al PSOE las alcaldías de la capital y otros cuatro ayuntamientos de la región. La onda expansiva llegó de inmediato a Madrid: Díaz Ayuso, vistas las barbas de López Miras a remojo, se apresura a convocar elecciones para el 4 de mayo; con la misma celeridad, Gabilondo e Íñigo Errejón corren a presentar sendas mociones para impedírselo, lo cual crea un embrollo jurídico de aúpa: saber quién -legalmente- llegó primero. Y en medio de la rueda de prensa de Díaz Ayuso, asistimos a la segunda réplica: el PSOE presenta una moción de censura en Castilla y León. Seguiremos atentos a la pantalla.

Todavía es pronto, porque los temblores continúan, para evaluar los efectos del seísmo. Pero alguna conclusión se puede tirar a modo provisional. La tormenta, que ha desbaratado todas las piezas del tablero político, descarga con especial virulencia en el territorio de la derecha. La foto de Colón, que retrataba a las tres derechas, se hizo definitivamente añicos. El indisimulado regocijo en los aledaños de la Moncloa es evidente. No es para menos: la coalición de Gobierno, sometida al acoso y derribo desde fuera y resquebrajada desde dentro por sus interminables querellas internas, resiste mejor los embates que la derecha fracturada. De hecho, Ciudadanos ya ha dimitido de la formación tripartita y busca su redención en el centro del que había renegado. Se acabaron los vetos al PSOE y la transigencia con Vox.

El terremoto promete ser devastador para la derecha. Aunque, como en todas las catástrofes, la tragedia va por barrios. Se ceba en los más débiles. También esta. El gran damnificado será el PP y, en consecuencia, el gran beneficiado será Vox. La estrategia de Casado de reunificar la derecha, como condición ineludible para reconquistar la Moncloa, se desvanece. El sueño de engullir a Ciudadanos, vigente hasta el batacazo catalán de las dos formaciones, se ha convertido en utopía. Bastante trabajo tendrá Casado con impedir que el poder autonómico y local del PP, alcanzado con el apoyo de Ciudadanos y la aquiescencia de Vox, no se desplome por el efecto dominó iniciado ayer. Bastante tendrá con eludir el sorpasso de la ultraderecha y evitar el «riesgo de extinción» de su partido, expresión entrecomillada que no es mía, sino de Mayor Oreja. Bastante tendrá con esquivar el cadalso y preservar su cabeza después de la «traición» de Arrimadas.

P. D.-Llegado a este punto, la Asamblea de Madrid admite a trámite las mociones de censura presentadas por PSOE y Más Madrid. Esto significa que el Parlamento no está o no se considera disuelto, lo que impediría convocar elecciones hasta que se sustancien las mociones. Ya estamos otra vez, como sucede últimamente en esta España nuestra, llamando a la puerta de los tribunales para que solventen los conflictos políticos. Sigan atentos a la pantalla.