
En el mundo de fantasía en el que vive la extrema derecha de este país, que es toda la derecha existente, con sus matices dentro del extremismo delirante, España está sumida en una suerte de pesadilla totalitaria estalinista en la que puedes decir que España está sumida en una pesadilla totalitaria estalinista sin sufrir ninguna consecuencia por ello. Todas estas alusiones a la libertad con la que tanto se les llena la boca solo intentan tapar el exitoso vacío en el que se mueven. Lo cierto es que la libertad de la que nos hablan es una palabra vacía que se puede ir llenando a conveniencia. Ese llenado generalmente es la libertad de quienes tienen dinero, quienes viven bien. Libertad para estrangularte con el precio de los alquileres, libertad para los constructores, para los bancos, para el chalé de Monasterio y Espinosa de los Monteros. Libertad para no pagar un salario mínimo y libertad para subir el precio del alquiler abusivamente. Que eso incida negativamente en la libertad de trabajadores e inquilinos da igual, ¿es que acaso no te gusta la libertad? Esa la única libertad a la que se refieren.
Recurrir políticamente a la libertad en un país democrático es recurrir a la nada. Los negreros del siglo XIX gozaban de libertad para esclavizar personas, pero las personas esclavizadas no disponían de libertad alguna. Lo contrario a la libertad, para la derecha española, es el socialismo. Así, sin matices. Lo mismo es el socialismo marxista que el socialismo de Polanyi, el de Bertrand Russell o el de Olof Palme. No hay matices de ningún tipo, algo normal en este mar de ignorancia en el que parecen empeñados en navegar todos y cada uno de los políticos españoles, y esa ausencia de matices es algo consciente. Se me ocurren pocas cosas menos totalitarias que la ausencia de matices, pero en este país da todo igual.
La única libertad que quieren es la de explotar trabajadores y extraer rentas del trabajo hacia la especulación inmobiliaria. Esto es una perogrullada, pero es la realidad. Pueden vestirlo con los mejores trapos, adornarlo con las mejores joyas y acompañarlo con música de cámara, pero la realidad es esa. Convencer a la gente de que esto es bueno es imposible, así que se recurre a una abstracción a la que todo el mundo se puede apuntar. ¿Quién no es partidario de la libertad? ¿A quién le parece mal ser libre? A nadie. ¿Eres socialista? Pues entonces estás en contra de la libertad. El razonamiento es tan falaz y tan grueso que debería avergonzar a todos estos autoproclamados liberales, pero la historia del liberalismo lleva décadas produciendo sonrojo intelectual en forma de paleoconservadores partidarios de las armas y la prostitución infantil.
Nadie en su sano juicio puede creer que los partidos del gobierno de España son totalitarios o bolivarianos. Es una mentira por muchas veces que se repita. No vivimos bajo un régimen opresor más de lo que vivíamos en un régimen opresor cuando gobernaba Aznar. En cualquier caso, el famoso «socialismo o libertad» de estos días es un falso dilema. La mayoría de las medidas que han tomado los gobiernos de derechas de este país han supuesto un perjuicio para los trabajadores. ¿En serio tengo que elegir? Que le den morcilla a la libertad.