José Luis Garci, con el Muro al fondo
José Luis Garci, con el Muro al fondo Youtube

23 abr 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

«Los españoles no nos queremos» es una frase a la que suele recurrir el director de cine Jose Luis Garci -Jose, que no José, nadie le llama así- cada vez que hay un conflicto sectario y estúpido en nuestro país. Y lleva toda la razón.

En el último programa de los «Cowboys», el director dijo que en los últimos tiempos ha presentado dos propuestas de películas a Televisión Española y se las han rechazado. Esto no es lo peor, que de por sí ya es malo, sino que él cree que por parte del ente ni se han molestado en leer sus guiones. Por medio de un correo electrónico se han puesto en contacto con su productora, porque Jose es uno de esos afortunados que no tiene ordenador ni móvil, ni espera tenerlos. El correo sólo comunica que el proyecto no ha entrado en la convocatoria: se supone que no está a la altura, que no tiene suficiente calidad. Al menos, de TVE contestan, no como la TPA a la que Garci mandó, hace ya varios años, la idea de una serie sobre asturianos ilustres y sigue esperando respuesta.

La independencia se paga, porque, por desgracia, en nuestro país siempre está antes la política que la Cultura. JLG no fue de los de la ceja, pero tampoco del señor del bigote o del de Pontevedra, ni mucho menos de aquel bajito que dio un golpe de estado para pasearse por El Ferrol con uniforme. El director de quien sí es, es de la Cultura. Indiscutible su calidad cinematográfica, con muchos aciertos y algún fallo, como todos: los genios también fallan, pero menos que los demás. Jose Luis Garci se alzó con el primer Oscar en lengua española con «Volver a empezar», en su momento película vilipendiada y despreciada por la progresía patria, y ha estado nominado cuatro veces en total. Además de lograr, bajo la dirección de Mercero, el único Premio Emmy para España con «La Cabina». Allanó el camino para los que vinieron detrás, por eso muchas de las diferencias entre su cine y el de la siguiente generación es que Garci hizo la Transición y ellos la disfrutaron.

Jose Luis Garci no sólo sabe hacer películas, consiguió transmitir su pasión por la gran pantalla a este país, en sus magníficos programas nos enseñó que «el cine es una vida de repuesto». Es un maestro de la radio, que le ha acompañado toda su vida y lo sigue haciendo, y desde donde pontifica, porque puede. Amante y conocedor del deporte, pocos como él han hecho tanto por el fútbol o el boxeo. Y gran lector y escritor, como decía Umbral: «José Luis Garci no es que escriba bien, sino que es escritor, y de los mejores».

Pero todo este bagaje, y más, se ve que no es suficiente. Para los poderes públicos es mucho más importante el cumplimentar cuotas y comprar favores que la calidad y el saber hacer ganados a pulso a lo largo de los años. Que esto funcione así, la verdad, no me sorprende, pero sí que me apena.

Garci es un hombre libre, y esto es algo que no gusta, que reniega de ideologías y que se opone a toda clase de sectarismos. El señor director es un hombre de ideas y pensamientos, algo que en la actualidad no puede estar más alejado de la realidad, alguien que ni con unos ni con otros: con la verdad y la razón. Ante los populismos, polarizaciones, maniqueísmos y demás idioteces; Jose Luis recomienda: películas, libros, arte, música, deporte y cócteles. Por eso, yo apoyo a Garci.