Ignorancia y atrevimiento

Mariluz Ferreiro A MI BOLA

OPINIÓN

Marjorie Taylor Greene, durante un acto el pasado día 27
Marjorie Taylor Greene, durante un acto el pasado día 27 DUSTIN CHAMBERS

30 may 2021 . Actualizado a las 09:31 h.

Una alegre señora, que luce sonrisa y colorete, posa orgullosa mostrando una estrella amarilla prendida en su camiseta. Sí, igual que aquellas con las que los nazis señalaban a los judíos en sus años de exterminio. Solo que esta lleva una frase: «No vacunada». La fotografía sigue dando vueltas, churruscada en los asadores digitales. Servía como reclamo para los potenciales clientes. Porque la estrella se vendía en una tienda de Nashville, Estados Unidos, a cinco dólares la pieza. Un precio considerado asequible por los que lanzaron la oferta, porque la insignia tenía una parte posterior «muy adhesiva» que garantiza el éxito a la hora de colocarla en cualquier prenda. Y porque combinaba con las gorras que se iban a comercializar en breve. Una ganga. Un ofertón que ha tenido que ser retirado por la tormenta de reacciones. Es difícil unir la ignorancia sobre el presente y sobre el pasado en una síntesis tan perfecta. Con ese equilibrio y proporción en la forma y en el fondo, abofeteando en un mismo gesto tanto a la ciencia como a la historia.

El anuncio de la estrella se difundió justo después de que Marjorie Taylor Greene, congresista republicana por Georgia y orgullosa trumpista, hubiera comparado a los ciudadanos sometidos a la obligatoriedad de la mascarilla y a la campaña de vacunación con los judíos que sufrieron la persecución nazi. Se ve que los asientos de los grandes escenarios políticos van muy baratos en todo el mundo. Es otra enfermedad global. Pero que nadie se equivoque. Ellos son el reflejo y el eco de los votantes. Y con estas ensaladillas tóxicas no es de recibo quejarse luego de las indigestiones.