Escenario poscovid: una oportunidad irrepetible

joaquín nieto FIRMA INVITADA

OPINIÓN

CESAR QUIAN

06 jun 2021 . Actualizado a las 10:06 h.

El covid ha tenido un impacto sin precedentes en todo el mundo por sus repercusiones devastadoras en la salud, la economía y el empleo. En el 2020, toda la población laboral se vio afectada y hubo trimestres en los que se llegó a perder un número de horas de trabajo equivalente a 500 millones de puestos de trabajo. Muchos de los empleos suspendidos se pudieron recuperar -sobre todo donde se aplicaron medidas como los ERTE-, pero otros no. La pérdida neta ha sido de 144 millones de empleos, contando los 30 millones que se dejaron de crear.

 La caída de ingresos laborales ha sido enorme: 8,3 % en el 2020 y 5,1 % en el 2021. También desigual, los trabajadores informales y sin protección social se quedaron sin ingresos: 108 millones han pasado a una situación de pobreza severa (menos de 3,2 dólares diarios) y los avances en la reducción de la pobreza -muy notables en lo que va de siglo- han retrocedido cinco años. Mujeres y trabajadores migrantes han sido los más afectados. También el empleo juvenil.

En todo el mundo se han tomado medidas para hacer frente a la crisis, preservar los puestos de trabajo y proteger los ingresos, aunque su alcance y generosidad ha sido muy desigual. Los efectos se han podido mitigar en los países que cuentan con sistemas de salud pública, protección social y diálogo social, como en Europa, incluida España, donde el diálogo social tripartito ha sido intenso y productivo. Sin embargo, la crisis ha sido más dura en los que la protección social es débil o inexistente, prolifera el trabajo informal sin derechos y el diálogo social no funciona.

La pandemia deja profundas heridas que tardarán en cicatrizar, porque ha incrementado la desigualdad y porque el impacto sobre la salud general y sobre la salud mental ha sido inmenso. También los daños en el panorama laboral tardarán en desaparecer, pero su duración dependerá de la respuesta. 

A partir de ahora se inicia una recuperación paulatina y desigual de la economía mundial, impulsada por los avances en la vacunación y el gasto presupuestario a gran escala. Estos efectos positivos tendrán un alcance geográfico limitado si no se acuerdan medidas internacionales tanto en distribución de vacunas como en ayudas económicas, incluido el alivio de la deuda. A nivel mundial, la creación neta de empleos será de 100 millones en el 2021 y otros 80 millones en el 2022, insuficientes para recuperar lo perdido.

Sin embargo, las regiones y países que apuesten por invertir en la recuperación tienen mejores perspectivas de recuperar el empleo, incluso de aumentarlo. Es el caso de España, que se puede beneficiar de la decisión inédita de la Unión Europea de emprender una billonaria inversión común para salir de la crisis. Esta recuperación permite un enfoque de inclusión social y transición justa, a través del diálogo social, para que los procesos de transformación digital y de transición energética y ecológica permitan superar debilidades estructurales caracterizadas por un elevado desempleo y un empleo de baja calidad. Para la economía y la sociedad española es una oportunidad irrepetible.