Pablo y Santiago gruñen, y Pedro se ríe

Gonzalo Bareño Canosa
Gonzalo Bareño A CONTRACORRIENTE

OPINIÓN

Fernando Villar

03 ago 2021 . Actualizado a las 10:28 h.

Tengo yo un perrillo que lleva ya ocho años en casa. Es el rey del hogar y el objeto de todas nuestras atenciones. Al menos eso creía él hasta hace poco. Estos días ha venido mi hermana con su cachorra revoltosa, que reclama carantoñas. Rocky recibió a India de uñas. Después, le gruñía cada vez que captaba nuestro interés. Y también ella se ponía arisca. Pero, pasado un tiempo, han comprendido que van a pasar un largo tiempo juntos. Y que no tiene sentido andar todo el día a la gresca disputándose nuestros cariños. Han decidido ignorarse, convivir pacíficamente y buscarse la vida, es decir, las chuches o las caricias, cada uno por su cuenta y como pueda. Y hay bastante para los dos. En definitiva, han entendido que están condenados a convivir, y hasta a colaborar si fuera necesario, para lograr su objetivo, que no es otro que ganarse nuestros favores.

No se preocupen, que no he perdido el juicio ni pretendo contarles mi vida. Viene todo esto a cuento del espectáculo que ofrecen el PP y Vox con su pelea de gallos a costa de que un partido con dos diputados en la Asamblea de Ceuta decidiera declarar persona no grata a Santiago Abascal, líder de Vox, que fue el partido más votado en esa plaza en las elecciones generales. En lugar de centrarse en la oposición a un Pedro Sánchez al que se le han agotado los trucos y se le ven ya los naipes en la bocamanga cada vez que ejecuta un número, andan el PP y Vox a la gresca para regocijo del jefe del Gobierno, que disfrutará de esa bronca este verano, primero en el Palacio de la Mareta, en Lanzarote, y luego en de las Marismillas, en Doñana, junto a su perrita Turka.

Lo primero que hay que dejar claro es que el PP y Vox acabarán gobernando juntos en España, o apoyándose el primero en el segundo. De lo contrario, habría populismo socialnacionalista para rato. Por tanto, si va a ser así, carece de sentido demonizar a aquel con el que vas a gobernar, porque luego tendrás que desdemonizarlo, si me permiten la expresión. Lo que el PP y Vox deben hacer, si quieren librarse de Sánchez, es ignorarse mutuamente y buscarse cada uno la vida por su cuenta hasta que a los españoles les llegue la hora de repartir las cartas.

Lo que no puede hacer el PP es decir que lo de declarar a alguien persona no grata es algo aborrecible, y después colaborar para que ello suceda. Siempre hay que votar no a las tonterías inútiles. Porque, si no, mañana vendrá Vox a declarar persona no grata a Casado donde le pete, y a ver si se abstiene entonces el PP. Casado no debe temer que lo demonicen por recibir los votos de Vox, ni tiene que pedir perdón por ello si fuera necesario. Entre otras cosas, porque ya los recibe en Andalucía, Madrid y Murcia sin que el cielo se haya abierto sobre nuestras cabezas. Sánchez ha dejado muy bajo el listón en ese sentido. Y tendría gracia que después de gobernar con los votos de los herederos de ETA y los condenados por sedición, el PSOE se pusiera moñas si el PP gobierna gracias a Vox. De modo que, como Rocky e India, lo que deben hacer Pablo y Santiago es dejar de gruñirse mutuamente y buscarse cada uno las castañas por su cuenta.