Tú no vas a ser abuela

María Hermida
María Hermida E SE CHOVE, QUE CHOVA

OPINIÓN

M.MORALEJO

08 ago 2021 . Actualizado a las 09:55 h.

Mis hijas están en una edad en la que aún confunden a un cuñado con un tío, porque los entresijos del parentesco cuestan lo suyo. Pero tienen clara una cosa: «Mamá, tú no vas a ser abuela», me dicen. No quieren bebés. Argumentan que lloran mucho. Tal es su desgana, que los únicos Nenuco que llegaron a casa despistados andan penitentes por los cajones. Me cantan las excelencias de tener mascotas en vez de críos. Contraataco. Les digo que nunca van a sentir un amor tan grande como el de un hijo. Me hablan de Camiño, el perro de su tía, que la espera ansioso cada día, dispuesto a curarle las heridas que traiga de la calle. Sigo con mi defensa, y no doy con la tecla. Podría tomármelo como sus cosas de niñas, como cuando me dicen que preferirían vivir en Estados Unidos, que allí duermen a la hora a la que aquí van al cole -la diferencia horaria es otra asignatura pendiente-. Pero mi línea de flotación de madre se siente atacada. ¿Ven una mamá agobiada? ¿No les transmito lo bonito de tenerlas? Preguntas con el dedo amenazante de la culpa. A veces levanto el telón de acero de los tabúes de la maternidad y lo verbalizo con otras mamás. También se cuestionan. Mal de muchas... ¡pero cómo ayuda contarlo! Lo hacemos poco. Escondemos las piedras del camino maternal. No cuela. Igual si confesamos que los bebés lloran y su desconsuelo te desespera, tanto que lloras con ellos; que tras parir sientes que no es lo tuyo; que faltan manos para ayudarte; que la lactancia es sueño, pero también pesadilla... y que todo lo superas y compensa infinitamente. Quizás así creerán que el llanto no es para tanto. Querrán ser madres o no. Y estará bien. Pero sabrán de lo que están hablando.