Problemas del primer mundo

Fernanda Tabarés
Fernanda Tabarés OTRAS LETRAS

OPINIÓN

Andreu Dalmau | Efe

11 ago 2021 . Actualizado a las 09:09 h.

El muchacho que solloza en las primeras páginas del planeta se llama Leo Messi. Hasta el periódico en el que palpitan los subidones del capitalismo repara en su chocante salida del Barça y en las lágrimas que derramó para desmenuzar un adiós que desde la grada parece tan extraño. Si el Financial Times no encuentra un asunto mejor para arrancar el día será que todo esto va de pasta, amigo. Por resumir desde el analfabetismo futbolero, el jugador dice que él no se quiere ir del club y el club dice que tampoco quiere que se vaya, con lo que supongo que la despedida tiene que estar sometida a unas reglas tan inasibles como las del Dow Jones, en donde se puede ganar mucho dinero cuando la bolsa baja, un galimatías verdaderamente anti intuitivo que nos arroja al barro de la irrelevancia a quienes no entendemos ni papa del mundo que nos domina.

La razón y el corazón ve a leguas la burbuja en la que nada el fútbol y es ahora cuando una legión se desconecta porque una nunca va a ser una interlocutora a la altura del debate. Pero resulta que se me aclara mientras escuchamos a Messi que la teoría de que algunos cobran chochocientos mil millones de eurodólares porque lo generan es una mentira como una masía. Se me aclara, en concreto, que el tinglado este del furbo ha sido rescatado con dinero público hasta tres veces, o sea, que por abundar en la demagogia de la buena se dejaron de construir colegios, formar médicos o reclutar científicos por mantener la fiesta a flote. Que broten las lágrimas.

Pero los titulares escrutan la sustancia de ese llanto que el futbolista ensayó el domingo mientras desprecian todas las demás penas con un ahínco entre cínico y pop que debería dejarnos perplejos. Los ricos también lloran y sus sollozos quedan mejor en Instagram.